Objetivo 2020
Los planes para hacer frente a la campaña de reelección de Trump se acumulan sobre la mesa de sus colaboradores y asesores. Algunos ya están en marcha y otros se activarán en breve o en las próximas semanas.
Uno de esos planes resulta ambicioso, lleno de incertidumbre y cargado de posibilidades. Se trata de una campaña digital para aumentar el apoyo al presidente y ganar votos en tres grupos demográficos clave: Hispanos, afroamericanos y mujeres que viven en los suburbios.
La razón de que sea importante prestar atención a estos grupos es que ya se obtuvo un buen resultado en las elecciones de 2016, pero se podría aumentar significativamente el apoyo. Un aumento que puede ser determinante en estados decisivos como Florida, Nevada, Texas, Arizona, Pennsylvania y Michigan.
Son tres grupos con un alto índice de indecisos que todavía no han decidido su voto en un alto porcentaje. Un avance de Trump de varios puntos entre estos grupos puede ser vital para la reelección.
Por eso la campaña de Trump se está enfocando en hacerles llegar varios mensajes básicos e importantes que los afectan directamente: una economía fuerte y un nivel de desempleo en cotas históricamente bajas.
Para los hispanos se hará hincapié en las política de aranceles de Trump, que es el tema que importa a este electorado, ya que muchos empleos en estados claves los perdieron por la competencia desleal china; y en el apoyo presidencial a la elección de escuelas y la expansión de oportunidades educativas.
Para los afroamericanos, la campaña mostrará cómo Trump apoya las políticas de atención médica que protegen a los pacientes con afecciones preexistentes. También se enfocará el éxito del gobierno en la reforma de la justicia penal, un tema que afecta mucho a la comunidad negra.
Para las mujeres de los suburbios, el plan se centra en informarles sobre cómo la «revolución energética» que lidera Trump ha hecho que la energía sea más asequible, genere empleos y apunte hacia reducción de las emisiones de carbono. Un impacto directo en los suburbios y en las vidas de millones de mujeres. También se destacará cómo el presidente apoya la dedicación de 500 millones de dólares en los próximos 10 años para financiar la investigación y las terapias infantiles sobre el cáncer. Otra de las preocupaciones fundadas de este sector social.
Es cierto que la base para la reelección pasa por los hombres blancos que siguen apoyando a Trump en un elevado porcentaje, pero aumentar los índices de apoyo en grupos como los hispanos, los afroamericanos y las mujeres de los suburbios, harán que esa victoria sea mayor y más sólida, más transversal e inclusiva.
En 2016 ya se logró. El reto es volverlo a conseguir, pero aumentando los votos de estos grupos en un porcentaje superior a los de 2016. Superar el 29% de voto hispano, el 53% de voto de mujeres blancas y el 8% del voto negro, sería cimentar la reelección en 2020.
Para lograr ese objetivo, Trump y su equipo de campaña ya trabajan intensamente.