Trump con los trabajadores
Hay una realidad que los medios progres no pueden ocultar ni manipular: bajo la presidencia de Donald Trump, los trabajadores estadounidenses están prosperando. Actualmente, la tasa de desempleo está situada en el 3.7%, que es la más baja desde 1952. Un récord de los buenos, de los que benefician a la gente. El pasado mes de agosto marcó el 18° mes consecutivo en que la tasa de desempleo ha sido igual o inferior al 4%.
Además, el número de estadounidenses desempleados a largo plazo está en su punto más bajo desde junio de 2007, y las tasas de desempleo para las minorías (hispanos, afroamericanos y asiáticos) también permanecen en o cerca de mínimos históricos.
Se han creado seis millones trescientos mil empleos desde la toma de posesión del presidente en enero de 2017, y hoy, las vacantes de empleo superan el número de solicitantes de trabajo.
No son los únicos datos que alegran a los trabajadores. Gracias a las políticas desreguladoras y de bajos impuestos de Trump, Estados Unidos tiene un crecimiento salarial del 3.2%. Y este crecimiento salarial ha sido igual o superior al 3% durante un año.
No son las únicas políticas del presidente que están beneficiando a los trabajadores. Por ejemplo, siguiendo sus directrices, el Departamento de Trabajo ha publicado nuevas reglas para ayudar al trabajador estadounidense. Así, los Planes de Salud de la Asociación, por ejemplo, permiten que las pequeñas empresas se unan para brindar atención médica a sus empleados. Unos 38 millones de trabajadores del sector privado no tienen un plan de jubilación a través de sus empleadores, pero esta nueva regla reducirá ese número y lo facilitará. El Departamento de Trabajo también ha ampliado las oportunidades de aprendizaje para que los trabajadores puedan adquirir las habilidades que necesitan para tener éxito en el mercado laboral actual. El compromiso con los trabajadores de Estados Unidos ya ha recibido al menos 12 millones de compromisos de más de 300 empresas para capacitar a los trabajadores estadounidenses en solo un año. De esta forma se establecen las bases para formar y capacitar a la fuerza laboral del presente y el futuro.
Asimismo, la Administración Federal de Seguridad de Transportes ha publicado una nueva norma para aumentar la seguridad y flexibilidad de los conductores de camiones comerciales estadounidenses. Esta es una gran victoria para una parte importante de la economía estadounidense, ya que alrededor de siete millones de estadounidenses trabajan para la industria del transporte por camiones. La norma propuesta también ayudará a los trabajadores estadounidenses al reducir sus costes en aproximadamente 274 millones de dólares.
La reforma tributaria es otro ejemplo de cómo el presidente Trump apoya a los trabajadores estadounidenses. La Ley de Reducción de Impuestos y Empleos (TCJA) redujo las tasas impositivas efectivas para todos los grupos de ingresos. La TCJA redujo los impuestos al casi duplicar la deducción estándar, aumentar el Crédito Tributario por Hijos y reducir las tasas impositivas marginales. La reforma fiscal también simplificó los impuestos para muchos contribuyentes debido a la duplicación de la deducción estándar, lo que significa que ya no tienen que lidiar con el papeleo de las deducciones detalladas.
Además, el TCJA redujo los impuestos para las pequeñas empresas y corporaciones, algo que es vital para tener una economía sana y próspera. Esta disminución de los impuestos para las empresas ha llevado a mayores salarios y beneficios para los trabajadores y más empleos. De hecho, la Fundación Fiscal estima que la TCJA creará 339.000 empleos, aumentará los salarios en un 1.5% y aumentará el PIB a largo plazo en un 1.7% adicional. Y son estimaciones conservadoras, que se ven superadas mes a mes en beneficio de los trabajadores.
Gracias a estas políticas del presidente Trump y al duro trabajo de los trabajadores estadounidenses, el PIB de los Estados Unidos ha alcanzado la asombrosa cifra de 21.3 billones de dólares. Esto convierte a la nación en la economía más grande del mundo por PIB nominal y la octava economía más grande por PIB per cápita. Estados Unidos es conocido por su sector industrial, sector de alta tecnología, sector financiero, mercado de consumo e innovación médica, entre otros. Estados Unidos también es el mayor productor mundial de petróleo y gas natural. Logros que se han alcanzado y consolidado bajo la presidencia de Trump. El presidente que sí sabe gobernar para los trabajadores.
Como resultado, los estadounidenses tienen el ingreso familiar promedio más alto per cápita de los países de la OCDE y el patrimonio neto promedio más alto de todos los países de la OCDE.
Cuando ya ha arrancado el nuevo curso y hemos dejado atrás el Día del Trabajo, los estadounidenses celebramos los éxitos sabiendo que tenemos un presidente que apoya a los trabajadores estadounidenses con políticas que les benefician.