Tiempo de Semana Santa
El mundo actual desdeña las etapas tradicionales de la vida en una carrera frenética que no lleva a ninguna parte, sólo marcada por el ocio y el lucro desmedido.
Si la Cuaresma representa ese período de tiempo que cada uno debe convertir en su desierto personal, de silencio, penitencia, conversión y regeneración espiritual, como Jesús lo hiciera antes de marchar a predicar la Palabra, la Semana Santa es la siguiente etapa que debemos aprovechar para una reflexión personal intensa y superar nuestro calvario particular. Una etapa para profundizar en las enseñanzas de Jesús y en el sentido profundo de la vida cristiana.
Nada es por azar ni debe ser evitado. Cada etapa es importante. Necesitamos prepararnos para esta Semana Santa y vivir nuestra espiritualidad de una forma más intensa. No son días para un ocio sin sentido sino para completar la travesía por el desierto, encontrar la palabra de Dios, y encontrarnos con nosotros mismos.
Hay un rosario de palabras que expresó Jesús de Nazareth, el Maestro, que nos señalan el camino. ¿Quién las escucha hoy? ¿Cuántos las cumplen realmente? ¿Por qué nos apartamos de ese camino de luz? Esta Semana Santa Jesús nos vuelve a brindar la oportunidad, como cada año, de reencontrarnos con nosotros y con Él, de escuchar su palabra y de ser verdaderos cristianos guiados por unas enseñanzas que son hoy tan vigentes como cuando aquel carpintero de Nazareth empezó su travesía.
Nosotros también podemos empezar la nuestra ahora.