El diario The Washington Post propuso hace un tiempo al famoso y genial violinista Joshua Bell un experimento en torno a la percepción, el gusto y las prioridades de las personas. El planteamiento era sencillo: en un ambiente inapropiado y a una hora inconveniente, ¿Podemos percibir la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?
Imagínate que debes coger el metro para ir a trabajar y vas con prisa. Te cruzas con un violinista tocando en uno de los pasillos del metro, ¿te pararías a escucharlo?
¿Y si ese violinista es Joshua Bell, uno de los mejores músicos del mundo, un virtuoso del violín, tocando las obras más maravillosas que se han compuesto, con un Stradivarius, tasado en 3.5 millones de dólares?
Mira el vídeo y lo que sucedió. Dos días antes de su actuación en el metro de Washinton, Bell llenó un teatro de Boston, con localidades que tenían un coste de unos 100 dólares.

Durante 45 minutos Bell interpretó 6 obras de Bach. Cruzaron por la estación sobre mil personas, pasaron 3 minutos hasta que alguien se detuvo. Un poco más tarde alguien se apoyó en la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y retomó su camino. Quien más atención prestó fue un niño de 3 años, pero su madre tiró de él para acelerar el paso, aunque el niño continuaba su camino girado hacia el músico. Esto se repitió con otros niños. Sólo 7 personas se detuvieron y 20 dieron dinero sin frenar su paso. Bell recaudó 32 dólares. Cuando terminó se hizo el silencio, no hubo aplausos, ni reconocimiento. Tan sólo una mujer le reconoció y llegó casi al final de su actuación. No lo dudó ni un segundo: el que tocaba el violín no era ningún artista callejero.
La cuestión es evidente:
Si no tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos interpretar la mejor música compuesta, ¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?
Les invito primero a tomarse un poco de tiempo para disfrutar plenamente del Ave María interpretado por el magistral Joshua Bell al violín. Y a reflexionar, inspirados por la mejor música. Será apenas un momento en el tiempo.

Joshua Bell playing Ave Maria

Joshua Bell en la estación de tren
Stop and Hear the Music