Si ha habido un fenómeno social especialmente relevante en los últimos años, ése ha sido la explosión de las redes sociales y profesionales en Internet. El ámbito militar y de Inteligencia no ha sido ajeno a esta influencia, y por eso se han publicado varios manuales y directrices que sirvan como guías de uso a los soldados y agente de Inteligencia.
Este año el ejército de Estados Unidos lanzó un nuevo manual especializado en redes sociales, que pretende ser la referencia para el buen uso por parte del personal militar. Este manual es producto de la liberación de los medios de comunicación social del ejército, ya que las restricciones a las redes sociales en sus ordenadores no siempre dan resultado o es posible aplicarlas, aunque algunas se mantienen en determinadas circunstancias y lugares.
El texto del nuevo manual contiene gran cantidad de información útil, desde consejos y mejores prácticas para hacer un buen uso de las redes sociales, pasando por la información sobre la seguridad de estos medios, datos sobre la marca, listas de control, reglamento y hasta las preguntas más frecuentes relativas al manejo de las redes sociales y profesionales más populares.

Cuando tratamos de este tipo de redes (Facebook, Twitter, Linkedin…), la seguridad de militares y agentes de Inteligencia en este ámbito es lo más importante, en especial en lo que afecta a secretos de estas instituciones (ejército, agencias de Inteligencia, etc), información clasificada de seguridad nacional, datos confidenciales del personal, y otras informaciones sobre identidades, localizaciones, actividades, rangos, unidades y misiones en curso. Para blindar todo ello y que el uso de las redes sociales por parte del personal afectado no se filtre, los manuales actualizados incluyen una serie de medidas de seguridad, puntos a seguir y recomendaciones que permiten ese acceso a las redes sociales en condiciones bastante aceptables de seguridad.
Algunas de los puntos de referencia son las orientaciones para configurar la privacidad y los contenidos de forma que nada vital sea expuesto al público y las informaciones confidenciales solo se puedan compartir entre el personal autorizado. Otro punto importante es la recomendación de no revelar nunca datos sobre horarios, agendas, eventos, viajes, emplazamientos, etc., de manera que ninguna información sensible sea accesible en esas redes, así como la recomendación de desactivar la opción de GPS para evitar localizaciones a través de estas redes.

Entre las instrucciones se encuentran las de de realizar una revisión exhaustiva de las fotos y los vídeos que se cuelgan para no dañar la sensibilidad de nadie, mantener el anonimato de ciertas personas, la seguridad de los miembros de las familias y otros datos que pudieran derivarse de las mismas. Lo que se intenta es que la información ahí puesta, no sirva a los fines de enemigos, terroristas, etc.
Es lógico que cada poco tiempo estemos actualizando estos manuales y directrices, consecuencia de un uso cada vez mayor de las redes sociales por parte de militares y personal de Inteligencia, que convierte este flanco en un área de seguridad nuevo y muy a tener en cuenta porque en la práctica las redes sociales y su uso se han incorporado ya, de una u otra forma, a las estrategias militares y de Inteligencia con distintos objetivos.