Tigres en Kazajistán
Hay noticias que hacen que saltes y bailes de alegría: los tigres volverán a estar presentes en Kazajistán después de 70 años de ausencia tras ser extinguidos por la persecución humana. Los esfuerzos de conservación de la especie han dado nuevos frutos. La República de Kazajistán ha firmado en septiembre un acuerdo con la organización WWF para llevar a cabo un plan conjunto de reintroducción del tigre, que devuelva a este animal a sus territorios históricos en la región de Ili-Balkhash. ¡Yuju! Estos son unas noticias excelentes que permiten avanzar en la agenda del “Tx2”, el objetivo que se marcaron los países donde viven tigres en libertad. Una iniciativa en la que trabaja WWF y expertos en conservación con el fin de duplicar el número de tigres salvajes en 2022. ¿Le parece mucho? Para nada. Quedan pocos tigres y todo esfuerzo para expandir la especie es bienvenido. Estos esfuerzos son los que están permitiendo que el número de tigres haya pasado de 3.200 ejemplares en 2010 a 3.890 en la actualidad, una tendencia positiva en la que hay que seguir trabajando y a la que ahora se suma la iniciativa de Kazajistán.
Como en casi toda gran tragedia que afecta a los animales, la estupidez y la codicia humanas están detrás de la extinción de los tigres, que llegaron a habitar casi toda Asia, desde el sudeste asiático hasta la actual Turquía. Sin embargo, a lo largo del siglo XX la especie fue esquilmada y perdió más del 90% de su área de distribución, incluida toda Asia Central. Los tigres desaparecieron por completo de la región en la década de los 70, víctimas del furtivismo, la caza masiva de sus presas naturales, y la destrucción de los humedales y bosques de ribera donde vivían.
Esta iniciativa tiene una importancia crucial porque si tiene éxito, será el primer país del mundo que devuelve a los tigres salvajes a una región donde habían desaparecido por completo. Hasta ahora, sólo se ha logrado la reintroducción de tigres dentro de las fronteras nacionales y en áreas ya habitadas por la especie. De modo que la expectación y las esperanzas son máximas. Y no crea que es sólo cuestión de conservar al ágil y elegante tigre, sino que la operación viene cargada de ventajas porque recuperar la especie representa la obligada conservación y recuperación de hábitats y de otras especies, también desaparecidas de la zona.
Este programa de reintroducción del tigre permitirá la restauración de los inmensos bosques de ribera y los humedales, con objeto de dar espacio a los tigres. El 1 de enero de 2018 el gobierno de Kazajstán establecerá una nueva reserva natural en el suroeste de Ili-Balkhash, con el fin de restaurar este hábitat adyacente al Lago Balkhash. Además, esta restauración incluirá la protección de la fauna silvestre existente y la reintroducción de nuevas especies que sirvan de alimento al tigre. Entre ellos, el kulan (burro salvaje) y el ciervo bactriano, ya extinguidos en Kazajstán debido a la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Que imaginamos que a algunos no les hará mucha gracia servir de comida a los tigres, pero que éstos disfrutarán del festín.
El plan previsto ayudará a proteger el Lago Balkhash, que es uno de los lagos más grandes de Asia y una importante fuente de agua en la cuenca del río Ili. El objetivo es evitar que se repita lo sucedido con el Mar de Aral, el cuarto lago del mundo hasta que la actividad humana secó el 90% de su superficie.
Se trata de un paso importante para ver de nuevo tigres en libertad en Kazajistán, un territorio histórico para la especie, que implicará un trabajo global intenso para preparar la región ante la llegada de los tigres y para involucrar a todas las partes para que esta operación tenga éxito. Es decir, combatir la caza furtiva y las actividades ilegales, entrenar y equipar guardabosques, mantener poblaciones de presas abundantes y comunidades locales comprometidas con la conservación del tigre.