William Faulkner, 50 aniversario
En el panorama literario algunos autores son de imprescindible lectura. William Faulkner es uno de ellos. En el año en que se celebra el 50 aniversario de su muerte, es bueno recuperar a uno de los más grandes escritores, convertido por derecho propio en referente de una gran mayoría de autores, a los que ha influido en muchos aspectos.
William Faulkner (Oxford, Misisipi, 1897 – Byhalia, 6 de julio de 1962)) es el autor de una prosa compleja, con abundantes saltos en el tiempo y monólogos interiores de los personajes. Profundizó en el alma y el corazón del hombre y su forma de vida en la sociedad del profundo sur. Un autor versátil que trabajó la poesía, el relato, la novela, el ensayo y el artículo, y al que podemos considerar un gran renovador de la ficción. Ganó dos veces el premio Pulitzer, una vez el premio Nobel y un National Book Award.
Autor de las celebradas obras El ruido y la furia, La mansión, El villorio, Absalón, Absalón, Intruso en el polvo, Santuario, Luz de agosto, Cuentos reunidos, La ciudad, Una fábula, La escapada, Santuario.….
Y de guiones soberbios para el cine como Today We Live («Vivamos hoy», 1933) de Howard Hawks, The Road to Glory (íd., 1936) de Howard Hawks, Gunga Din (íd., 1939) de George Stevens, To Have and Have Not («Tener y no tener», 1944) de Howard Hawks, The Southerner («El hombre del sur», 1945) de Jean Renoir, The Big Sleep («El sueño eterno», 1946) de Howard Hawks y Land of the Pharaohs («Tierra de faraones», 1955) de Howard Hawks.
Supo como pocos fundir en un crisol literario la conciencia trágica y el dolor que anidan en el sur de Estados Unidos, plasmadas con maestría en novelas y relatos intemporales y que aportan algo sustancial a la literatura. Todo su universo literario, al crear el condado imaginario de Yoknapatawpha, queda reflejado en páginas intemporales para la eternidad.