Conforme pasan las horas, los mítines se celebran, y salen nuevas encuestas, las distancias entre John McCain y Barack Obama se acortan. El sprint del candidato Republicano está permitiendo recuperar la esperanza por un triunfo in extremis.
McCain ha visitado Newport News y el condado de Fairfax, en Virginia, uno de los Estados decisivos el 4/N que está decantado del lado Demócrata, pero en el que aún quedan suficientes indecisos para dar la vuelta a los resultados.
El mensaje de McCain ha sido una vez más el tema de los impuestos, donde trata de poner en evidencia a Obama ante los electores por su inclinación a subirlos o la necesidad que tendrá de hacerlo de llevar a cabo las políticas que anuncia.
Obama ha viajado a Henderson, en Nevada, uno de los Estados del Oeste que jugará un papel importante la noche electoral. Aquí ha recordado la necesidad de mantenerse unidos y su creencia de que la sociedad no está tan divida como aparenta la política.
El Team Obama muestra señales de nerviosismo ante el empuje de McCain, que ya le pisa los talones, como demuestra que expulsaran del avión del candidato a los periodistas de los periódicos Washington Times, Dallas Morning News y New York Post, que se decantan por el candidato Republicano.
Entretanto, la opinión del magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, se ha hecho escuchar estos días, avisando de que la crisis financiera podría empeorar de salir elegido Obama.
Las últimas encuestas otorgan una ventaja de entre el 4 y el 6% para Obama. Quizá suficiente para ganar, quizá no. Porque aún quedan factores que deben jugar su papel, y lo harán únicamente el 4/N no en los sondeos. La única encuesta válida es la que refrenden las urnas.