La tecnología estadounidense se ha convertido en una de las herramientas más efectivas en la guerra contra el terrorismo y a la hora de hacer morder el polvo a los yihadistas y otros alborotadores diversos en cualquier rincón del mundo. Tenemos casos de sobra para justificar esta afirmación, por ejemplo, la capacidad de la NSA para interceptar comunicaciones de todo tipo, cuyos programas de espionaje han estado en prime time estos últimos meses. No es necesario que insista en el tema, ¿verdad? Pero no voy a centrarme en ellos sino en el último avance que llega para seguir haciendo la tarea imposible a terroristas y demás anarquistas de medio pelo.

Es el proyecto denominado Biometric Optical Surveillance System (BOSS); (no confundir con el otro boss, Springsteen), que ya lleva más de dos años de investigación y desarrollo y ha logrado importantes avances en la identificación de rostros utilizando un sistema de escaneo que es la caña. ¿A que suena estupendo? Pues lo es. El objetivo de este proyecto es simple: unir ordenadores y videocámaras que permitan al sistema identificar a personas en medio de una multitud…o no tan multitud. Con la cantidad de manifestaciones y reuniones de agitadores, antisistema y terroristas de diversa condición que se producen habitualmente, este programa se va a hartar a localizar e identificar a todos ellos. El programa en cuestión, una aplicación informática y tecnológica producto de la cooperación del sector científico y la inteligencia estadounidenses, va a poder determinar en un breve período de tiempo si hay terroristas, fugitivos, personas del mal vivir, fanáticos y radicales, o lo mejor o peor de cada casa, en distintas concentraciones o grupos humanos, grandes o pequeños, ya sea en Times Square, el Mall de Washington DC, la plaza de Colón (Madrid) o donde se les ocurra pasear, reunirse o conspirar a estos individuos con tan malas intenciones.

Esto es importante porque el sistema actual (¡oh, sí, no se lleve las manos a la cabeza, amigo mío!, un sistema ya está en funcionamiento desde hace años, aunque no tan avanzado), es demasiado lento para lo que se requiere en estos tiempos de velocidad ultrarrápida y decisiones instantáneas, y el nuevo permite una velocidad y precisión que son para dejar pasmado al personal.
Pues nada, aquí les presento en exclusiva a esta nueva joya de la tecnología del espionaje estadounidense. Ya saben, si van a una concentración o pasean por algún lugar, no olviden sonreír para salir más guapos en el vídeo.