Aves amenazadas
Las aves son uno de los grandes recursos de la naturaleza y su importancia es vital en la pirámide ecológica y en la salud de los ecosistemas. Es grave el diagnóstico que hace la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, que alerta sobre más de 1.300 especies de aves amenazadas en todo el mundo.
La lista roja de la UICN incluye a 10.218 especies en alguna de sus categorías, lo que no dice nada bueno de cómo están gestionando los seres humanos el patrimonio natural. De las 1.300 especies de aves que se consideran amenazadas en la actualidad, 218 están «en peligro crítico» (CR) y se enfrentan a un riesgo extremadamente alto de extinción en el futuro inmediato; 416 están «en peligro» (EN), y 741 son «vulnerables» (VU). Estos datos que así leídos dejan indiferente al ciudadano, son un récord de aves globalmente amenazadas desde que existe la Lista Roja de las Aves de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza. Que vamos de mal en peor es evidente: en el año 2015 han aumentado de categoría 40 especies más, que pasan a estar incluidas en las categorías más altas de amenaza (CR, EN y VU), 7 de ellas nuevas «en peligro crítico». Y nadie sale a la calle a manifestarse y exigir que estas acciones contra las aves sean consideradas terrorismo “alado”. Como las aves no votan…
A estos datos, ya de por sí escalofriantes, hay que añadir que 971 especies que están «casi amenazadas» (NT) y 7.872 catalogadas como «con preocupación menor» (LC). En total son las ya citadas 10.218 especies de aves. Un auténtico drama ecológico.
Las amenazas sobre las aves de todo el mundo siguen creciendo y esa es la señal inequívoca de que avanzamos por una senda peligrosa, equivocada y que nos aboca a un deterioro medioambiental extremadamente grave.
Mientras la protección de las aves no sea una prioridad mundial, la situación seguirá empeorando. Es otro síntoma más de la sociedad light, degradada y superficial que se impone a pasos agigantados.