Además de las importantes elecciones a Gobernador en Virginia y New Jersey, y para el distrito 23 de Nueva York, hoy se celebran también elecciones para el distrito 10º de California y en algunas de las grandes ciudades norteamericanas, que eligen alcalde, entre las que destacan:
Nueva York, donde Michael Bloomberg tiene todas las opciones para salir reelegido por tercera vez consecutiva
Miami (Florida), donde se disputan la alcaldía Tomás Regalado y Joe Sánchez, con ventaja para el primero. Los 74.000 electores hispanos de los 175.000 electores en total que están llamados a las urnas, serán decisivos.
Houston (Texas), Detroit (Michigan), Minneapolis (Minnesota), con once candidatos, entre ellos Dick Franson, Tom Fiske, John Kolstad (apoyado por los Republicanos y los Independientes), Bob Carney Jr., Bill McGaughey, John Charles Wilson, y R.T. Rybak (el actual alcalde); Pittsburgh (Pennsylvania), Atlanta (Georgia), Boston (Massachusetts), donde el hispano Tomás González puede ganar una de las ocho concejalías en liza; y Charlotte (North Carolina), donde se disputan el cargo el Demócrata Anthony Foxx y el Republicano John Lassiter en una elección muy reñida en la que van empatados, y en la que también serán decisivos los votos hispanos.

Por todo ello, estas elecciones servirán como un buen barómetro para comprobar el estado de opinión de los ciudadanos un año después de la elección de Barack Obama.
Una cosa parece cierta: grandes sectores sociales de Estados Unidos vuelven a mirar hacia el liberal-conservadurismo frente al crecimiento del gran gobierno. Si este sentimiento vuelve a encauzarse en las urnas, podríamos estar ante la incipiente recuperación del Partido Republicano como opción de gobierno.

Sólo un candidato permanece tranquilo, en la confianza de su victoria holgada: Michael Bloomberg. En estos días en que se disputan las Series Mundiales de Béisbol, a las que los Yankees de Nueva York no acceden desde 2003, el alcalde Republicano-Independiente, saborea las mieles de una gestión que ha puesto a la ciudad en una posición brillante. Con Bloomberg, Nueva York se ha recuperado del impacto del 11/S, ha visto descender los índices de criminalidad, se ha sobrellevado la crisis económica bastante bien, y se han mejorado los niveles de calidad en servicios públicos y educación. Mérito del alcalde en buena medida.
Sus planteamientos independientes, en parte conservadores, pero con una línea moderada en inmigración y política social, que le ha reportado incluso el apoyo de sectores Demócratas, le han aupado al primer puesto de popularidad. Su dinero, más de 17.500 millones de dólares de patrimonio, le ha hecho posible mantenerse alejado de grupos de presión y autofinanciarse sin problemas. Sus contribuciones a ONGs, que superan los 235 millones anuales, incluso le aseguran el apoyo de estas organizaciones.
Así que Bloomberg, un incansable trabajador, modesto y astuto, tiene la reelección al alcance de la mano.
Todos deberán esperar a la noche electoral de este martes para conocer los resultados y la decisión de los estadounidenses.