Trump está abierto
Durante 35 días el gobierno ha estado cerrado, pero Trump ha funcionado a pleno rendimiento. El Despacho Oval ha sido y es el epicentro de la actividad presidencial, que se ha centrado en estas semanas en temas claves a los que el presidente concede la máxima atención y esfuerzos.
A las negociaciones con los demócratas para solucionar la crisis de seguridad y humanitaria en la frontera, con una adecuada financiación del muro, de agentes fronterizos, jueces y medios humanos y materiales, y poder reabrir el gobierno definitivamente, Trump ha desplegado su trabajo en varios frentes: las negociaciones comerciales con China, que siguen avanzando; las negociaciones con el régimen de Corea del Norte de cara a una segunda cumbre con Kim Jong-un para cerrar la desnuclearización de la península norcoreana; el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela (el primero en hacerlo y en marcar el camino democrático al país sudamericano para destituir al dictador Maduro); los trabajos conjuntos con Senadores para impulsar una legislación biparditista sobre temas de salud, precios de medicamentos (para que sigan bajando más), deducciones para cuidados dentales, y la firma de la Medicaid Extenders Act y la TANF Extension Act, legislaciones que ofrecen protecciones, beneficios, subvenciones y asistencia a familias necesitas y cuidados infantiles.
Otro de los frentes en los que se está trabajando, lejos de los focos de la prensa y los medios, obsesionados con sus falsas colusiones y tonterías varias, es el acuerdo con los Taliban en Afganistán para iniciar una retirada ordenada y segura de las tropas estadounidenses y lograr estabilizar el país asiático.
Además, Trump ha firmado en estas últimas semanas cuatro proyectos de ley destinados a luchar y erradicar el tráfico de personas, una de las causas con las que está comprometida esta Administración republicana. Estos proyectos importantes son la Ley de Reautorización para la Protección de las Víctimas de la Trata de Personas (S. 1862) que ajusta los criterios para determinar si los países cumplen con los estándares para eliminar la trata; la Ley de abolición del tráfico de personas, que fortalece los programas de apoyo a los supervivientes y los recursos para combatir la esclavitud actual; la Ley Frederick Douglass de Reautorización de Prevención y Prevención de Víctimas de Trata, que autoriza $ 430 millones para combatir el tráfico de personas y explotación sexual; la Ley de protección de víctimas de la trata de personas (S. 1312), que establece nuevas iniciativas de prevención, procesamiento y colaboración para llevar a los traficantes de personas ante la justicia; entre otras medidas que se han puesto en marcha en este ámbito.
El presidente Trump, que ha permanecido abierto y muy activo también durante estas semanas, a diferencia de los demócratas, que no han sido capaces de hacer ni una sola propuesta constructiva, mantiene todas las opciones sobre la mesa para mantener el gobierno abierto y solucionar definitivamente la crisis en la frontera sur. Que haya declaración de emergencia nacional depende de si sigue la labor obstruccionista de los demócratas o se avienen a llegar a un acuerdo. Dijeron que negociarían si se reabría el gobierno, pensando que Trump no lo haría. Lo ha hecho, y ahora la pelota está en su tejado. Veremos si son capaces de estar a la altura de lo que necesita el país y negocian en serio o siguen chantajeando y poniendo obstáculos a esta presidencia por puro interés partidista.
Trump está desplegando paciencia, inteligencia, astucia y estrategia en este momento decisivo de su presidencia, que va a marcar el punto de inflexión para una victoria masiva en 2020.