Gregory Colbert es un fotógrafo canadiense, especializado en plasmar la amistad y convivencia entre seres humanos y animales. Su estilo personal, inconfundible, le han hecho mundialmente famoso, y ha dotado de contenido sus imágenes, que acarician nuestras retinas.
El ambiente íntimo de sus fotografías nos revela la profundidad de esa relación hombre-animal, un universo que captura nuestros sentimientos.
Gregory Colbert nació en Toronto, Canadá, en 1960. Trabajó en el sector cinematográfico en 1983, con varios documentales y cortometrajes relativos a temas sociales. En 1992 expuso, por primera vez, sus fotografías en el Museo Elíseo de Lausana, Suiza, y la Galería Parco de Tokyo, Japón.
Sus fotografías nos revelan el mundo animal a través de un contacto armonioso con los seres humanos, y están impregnadas de la serenidad que transmiten.

Colbert no realiza ningún retoque digital y elige para sus fotografías animales salvajes que tienen un significado espiritual, así como seres espirituales: monjes tibetanos, budistas, niños africanos, etc. Un trabajo artesanal que le lleva días para elegir el instante adecuado y tomar una sola de estas imágenes, que también implican paciencia para que los animales se acostumbren a su presencia y pueda fotografiarlos sin peligro.
Para conseguir las 100 imágenes que se muestran en ‘Ashes and Snow’ y los tres vídeos que integran esta muestra itinerante, que ya ha recorrido América, Europa y Asia, Colbert ha invertido más de 10 años de su vida y realizado una treintena de expediciones por lugares tan recónditos como Namibia, Birmania, Kenia la Antártida, Tíbet, y Nepal, con el objetivo de encontrar el momento perfecto, ése que refleja la interacción entre hombres y animales.

Gregory Colbert nos recuerda con su obra esa necesidad de recuperar el nexo sagrado de unión entre naturaleza y hombre, y lo hace con imágenes de una belleza exquisita, serena e intemporal.
En palabras del fotógrafo: «al eliminar la diversidad de la naturaleza estamos convirtiendo una orquesta en un tambor y empobreciendo nuestra propia especie para el resto de los tiempos«.
Una llamada de atención contra la degradación de la naturaleza, de la que también formamos parte y de cuyo destino depende el nuestro.

Fotos cortesía de: http://www.ashesandsnow.org/