Un ejército para salvar la cultura y el arte
Los medios de comunicación y la sociedad en general tienden a utilizar tópicos y clichés cuando se habla del ejército, la guerra y operaciones militares. Uno de los más utilizados es el de que todo lo relacionado con lo militar es violento, nada democrático y poco respetuoso con la cultura. Para contradecir todo esto, no hay más que mirar a las fuerzas armadas de Estados Unidos. Ahora, una nueva iniciativa militar estadounidense viene a reforzar nuestro compromiso con la cultura mundial.
De todos es conocido que la destrucción de la cultura es un arma de guerra en sí misma. Como no podía ser de otro modo, los fanáticos yihadistas del Estado Islámico, Al Qaeda y grupos similares utilizan esta destrucción del patrimonio cultural para lograr sus objetivos de arrasar con todo. Ya hemos visto cómo destrozan museos y saquean joyas arquitectónicas a mansalva. Para hacer frente a este despropósito, un verdadero atentado a la cultura de los pueblos islámicos, Estados Unidos está organizando una unidad en el ejército denominada “38G”, similar a la célebre Monuments Men durante la Segunda Guerra Mundial, integrada por militares, oficiales de Inteligencia, conservadores e historiadores de arte, arqueólogos, etc. El objetivo es su despliegue en zonas de conflicto para ayudar a conservar las obras de arte y bienes culturales donde estén en peligro. Además, estos especialistas asesorarán a los países en guerra para preservar y mantener el patrimonio cultural.
La selección de especialistas culturales que puedan integrarse en unidades militares sobre el terreno es uno de los grandes desafíos actuales que afronta Estados Unidos, porque a diferencia de lo que pasaba durante la Segunda Guerra Mundial, hay pocos expertos que tengan el coraje y el valor de dar un paso al frente para contribuir con su trabajo y conocimientos a que prevalezcan obras patrimonio de la Humanidad.
De forma creciente, Estados Unidos está integrando la protección de la propiedad cultural en la planificación militar de sus operaciones, como bien saben desde Escudo Azul, una organización no gubernamental que lucha por preservar el patrimonio durante los conflictos en coordinación con los militares estadounidenses.
Desde el Instituto de Apoyo Militar al Gobierno se pretende reclutar a más de 500 expertos civiles y militares en diversos campos, como la agricultura o las telecomunicaciones, y expertos en protección y preservación del patrimonio cultural, para la nueva unidad. El perfil que se está seleccionando es el de profesionales doctorados, con diez años de experiencia y buena reputación profesional en cada disciplina, bien procedentes de la vida civil o de militares en activo.
De momento, hay trabajo a destajo en Afganistán, Irak, Siria, Libia…
Para que luego digan que no nos preocupamos de la cultura y no fomentamos las oportunidades laborales.