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El final de las primarias

Puerto Rico ha votado en la recta final de las primarias. Hillary Clinton ganó ampliamente por una ventaja de 35 puntos, con un porcentaje de voto del 68% sobre el 32% de Obama. Se llevó 38 delegados contra los 17 del Senador por Illinois.
Ha sido una primaria a la sombra de la decisión del Comité de Normas y Reglamentos del Partido Demócrata, que ha decidido penalizar el voto de los 367 delegados de Michigan y Florida para que valgan el 50% de su valor en el roll call. El voto de cada uno tendrá finalmente el valor de medio voto. Es la solución que han impuesto a este problema, que deja 69 delegados para Clinton y 59 para Obama.
Tras Puerto Rico, y en medio de rumores de retirada de Clinton, se han disputado las últimas primarias en South Dakota y Montana. Los resultados han quedado con un 55% de votos para Hillary y un 45% para Obama en el primero, y un 56% para Obama contra un 42% de Clinton en el segundo. Estos resultados señalan un inequívoco ascenso en la tendencia de voto de Hillary, que ha ido a más desde abril. Pero ha sido demasiado tarde.

Con estos resultados, Barack Obama tiene los 2.118 delegados necesarios para alzarse con la nominación, de hecho él mismo se ha autoproclamado ya candidato con estas palabras:
«Han pasado dieciseis meses desde que nos juntamos en las escaleras del viejo Capitolio de Springfield, Illinois. Hemos viajado miles de millas. Millones de voces han sido escuchadas. Y por lo que dijisteis, porque decidisteis que el cmabio debe llegar a Washington, porque creísteis que este año debe ser diferente al resto, porque elegisteis no escuchar a vuestras dudas o vuestros miedos sino a vuestras mayores esperanzas y aspiraciones… esta noche señalamos el final de un viaje histórico con el comienzo de otro. Un viaje que traerá un día nuevo y mejor para América. Esta noche, puedo decir ante vosotros que soy el nominado demócrata para Presidente de los Estados Unidos.»
Hillary Clinton declaró en la última noche electoral de primarias demócratas que no tomará una decisión ya y que se tomará su tiempo para reflexionar y realizar consultas con los líderes del partido. Sus palabras, más cautas que nunca, fueron estas:
“Ahora la pregunta es a dónde vamos de aquí. Es una cuestión que no me tomaré a la ligera. Esta ha sido una campaña larga, y no tomaré ninguna decisión esta noche.» Igualmente alabó a Obama al expresar: «Ha sido un honor disputar esta campaña con él.»

Quizá en previsión de esa fórmula que empiezan a barajar los medios de comunicación, un posible ticket Obama-Clinton, como ya apuntó la cadena MSBNC durante las últimas horas de la jornada final de primarias, señalando el posible interés de Hillary en convertirse en la número dos del ticket electoral. Una idea que cada vez más líderes del partido, como la Senadora Diane Feinstein, empiezan a plantear en público.
Barack Obama va a tener un problema si este movimiento Hillary for VP va a más en las próximas fechas, como es previsible que suceda, porque eso coartará su libertad para elegir el running-mate más apropiado a sus cualidades y necesidades.
En el otro lado, el Partido Republicano también ha cerrado ya sus primarias, con las celebradas en New Mexico y South Dakota. La norma del winner take all (el ganador se lo lleva todo) ha hecho posible que las primaras republicanas no se hayan convertido en el campo de batalla que han sido las demócratas.

John McCain ha sabido ganar en aquellos Estados donde debía hacerlo para garantizarse la nominación, es decir, New Hampshire, Florida, New York, New Jersey, Connecticut, Arizona, Missouri y California. Todos ellos concedieron sus delegados al ganador de la primaria, aunque sólo fuese por unos pocos votos o superando un tercio de los mismos. En total se llevó 31 Estados, lo que le garantizó la nominación de forma temprana, dejando atrás a candidatos como Mitt Romney, el mejor financiado y organizado, Mike Huckabee, Ron Paul, Rudolph Guliani o Fred Thompson.
Ahora se abre una etapa crucial en la que McCain y Obama deberán seleccionar a su running-mate y preparar las Convenciones Nacionales. La verdadera campaña electoral para la presidencia vendrá a partir de ahora y se intensificará conforme se acerque el otoño y los debates nacionales en televisión. De momento, John McCain ya ha efectuado su primera intervención en New Orleáns, Louisiana, en un intento de marcar distancias con Bush al declarar:

(…) «Escucharéis de la campaña de mi oponente en cada discurso, cada entrevista, cada comunicado de prensa, que yo me presento para un tercer mandato del Presidente Bush. Escucharéis que cada política del Presidente será descrita como la política Bush-McCain. ¿Por qué el Senador Obama cree que es tan importante repetir esa idea una y otra vez? Porque sabe que es muy difícil lograr que los americanos crean algo que saben que es falso. Así que trata de haceroslo aprender a fuerza de repetirlo, más que debatir honestamente sobre las muy diferentes direcciones por las que él y yo llevaríamos el país. Pero el pueblo americano no empezó a conocerme ayer, como acaban de conocer al Senador Obama. Saben que tengo un largo historial bipartidista. Me han visto poner nuestro país por delante de cualquier Presidente, antes que cualquier partido, por delante de cualquier interés especial. Pueden pensar en mí como un imperfecto servidos de nuestro país, lo que seguramente soy. Pero yo soy su servidor primero, último, y siempre. (…)”.

El 4 de noviembre espera con las urnas abiertas para proclamar al nuevo Presidente de los EE.UU que deberá tomar el relevo de George W. Bush.


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