Además de los perros, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos cuentan con unos aliados formidables en diversas tareas, en este caso, acuáticas. Los delfines, con su prodigiosa inteligencia, nos ayudan a realizar algunas misiones, entre ellas localizar minas submarinas, identificar a buzos enemigos, encontrar y señalar problemas en cables submarinos, y encontrar restos arqueológicos y de otro tipo. Por ejemplo, en la costa de Coronado, en California, dos delfines descubrieron torpedos navales perdidos en el fondo del océano que llevaban allí casi 150 años.

Una de las cualidades biológicas más destacadas de los delfines es su sonar natural, que es mucho más sensible y sofisticado que cualquiera diseñado por el hombre. La US Navy, a través del The US Navy Marine Mammal Program, los utiliza con frecuencia para numerosas misiones, con un ahorro considerable al poder prescindir de un buque, su tripulación, el equipo de buzos, médicos y toda la maquinaria necesaria para apoyar a estos profesionales. Un programa que mezcla alta tecnología y biología con éxito y que tiene en perspectiva ampliar sus objetivos con nuevas incorporaciones, como la de los lobos y leones marinos o las ballenas beluga, entre otras especies.
Las operaciones en las que participan los delfines hasta ahora son de localización de minas o enemigos, y sus magníficas cualidades y características los convierten en los grandes aliados de la marina norteamericana en los océanos.