Los resultados de Trump
Resultados, es la palabra clave de la presidencia de Donald Trump. Resultados positivos para los ciudadanos y para los Estados Unidos. No hay nada más importante en la agenda del presidente que los resultados. Ni los cargos, ni las personas que los ocupan, ni los medios de comunicación, ni el Partido Republicano y mucho menos el Partido Demócrata, ni lo políticamente correcto ni el establishment.
Los resultados son la piedra angular que mueve esta presidencia. Lo que no logra resultados, se aparta a un lado para intentar otro enfoque, ya sea en Siria retirando tropas, o poniendo o quitando aranceles a China y a la Unión Europea. Es valiente al afirmar:
«No creo que nuestros soldados deban estar allí durante los próximos 50 años vigilando una frontera entre Turquía y Siria cuando no podamos proteger nuestras propias fronteras en casa. No lo creo. Está muy lejos. Derrotamos al ISIS, hicimos nuestro trabajo, es hora de traer a nuestros soldados a casa”.
A Trump no le va a temblar la mano en imponer aranceles a la Unión Europa por la baja inversión en defensa; por la tramitación de leyes fiscales para gravar a las empresas tecnológicas norteamericanas, y por el excesivo déficit comercial que soporta Estados Unidos.
Si alguien del gabinete deja de conseguir resultados, Trump se encarga de sustituirlo de forma inmediata. Esta política ha logrado un índice de resultados impresionante, ya sea en economía, empleo, mejora de la atención y servicios a los veteranos, o en inversiones, equipamiento y personal en las Fuerzas Armadas.
Un dato significativo que ha pasado desapercibido para los medios y que es importante: gracias a las políticas de Trump, disminuye la relación deuda respecto al PIB (GDP), lo que indica que la economía está creciendo más rápido que la deuda de Estados Unidos. Un crecimiento sano y vigoroso a largo plazo.
Como no sólo de resultados vive el hombre, el presidente se ocupa y se preocupa de alimentar la campaña electoral de cara a 2020. Sus recientes mítines en Luisiana, Texas, Mississippi, Kentucky… han movilizado a sus votantes y servido para aumentar su popularidad e incrementar las donaciones a la campaña. El Comité del Partido Republicano ha recaudado la cifra récord de 27,3 millones de dólares sólo en septiembre, muchísimo más que cualquier candidato demócrata. Las movilizaciones de miles de personas en los mítines personas y la recaudación millonaria es una poderosa demostración de apoyo popular a su presidencia.
Los discursos de Trump nos dejan frases memorables que reflejan el estado de la política actual y los temas que centran la atención del presidente y los votantes. Veamos algunas de ellas:
“Mientras más logra Estados Unidos, más odiosos y enfurecidos se vuelven estos locos demócratas. Está en juego la supervivencia de la democracia estadounidense en sí misma. Están destruyendo este país, pero nunca dejaremos que suceda».
«Los demócratas son ahora el partido de los altos impuestos, la elevada delincuencia, las fronteras abiertas, el aborto tardío, el socialismo y la corrupción flagrante. El Partido Republicano es el partido del trabajador estadounidense, la familia estadounidense, y es el partido del sueño americano».
«La izquierda radical no tolera disentir, no permite la oposición, no acepta compromisos. Y no respeta absolutamente la voluntad del pueblo estadounidense. ¡Vienen detrás de mí porque estoy luchando por ti!».
«Los demócratas que no hacen nada han traicionado a nuestro país, y esa gran traición ha terminado».
«Durante tres años consecutivos, los demócratas radicales han estado tratando de derrocar los resultados de una gran, gran elección».
Hasta las minorías raciales prosperan bajo la presidencia de Trump como nunca antes: afroamericanos, hispanos, asiáticos… Es lógico que cada vez más Trump concite más apoyo entre estas comunidades. Incluso Trump ha hecho más por las mujeres en tres años que Obama en ocho. Un dato lo refleja: el 57% de los trabajos creados han sido para mujeres y la tasa de desempleo entre ellas es la más baja en 60 años. Son resultados históricos. Es nornmal que más y más mujeres lo vayan a votar en 2020.
El presidente tampoco se olvida de la aportación cultural de otros pueblos a la herencia identitaria estadounidense. No sólo ha festejado con entusiasmo el Mes de la Herencia Hispana, sino que ha elogiado la influencia importante de los italianos:
“¡Los italoamericanos han vigorizado nuestra sociedad, cultura e historia desde el principio!”.
«Aprovechamos nuestra herencia mientras trabajamos juntos para salvaguardar a nuestra gente»
Y apoyando a naciones hermanas y aliadas como España, vital en la historia norteamericana, ante el desafío separatista catalán con mensajes de moderación a los separatistas de Cataluña y de acatamiento la ley. Trump ha posicionado a Estados Unidos del lado de España al considerar a Cataluña una parte integral de la nación española, apoyando las medidas constitucionales del gobierno para mantener a España unida
Resultados y políticas firmes nos dejan previsiones electorales ganadoras, como los modelos económicos de Moody’s, que predicen que Trump ganará fácilmente la reelección en 2020. En los tres escenarios contemplados gana por: 351 votos electorales, 332 votos elecotrales y 289 votos electorales. Una auténtica bofetada en el rostro de los demócratas. Otro estudio de Moody’s refleja que el éxito de Trump en cuanto a ingresos familiares en los hogares es cinco veces superior al de Obama: 5.003 dólares de aumento frente a los 1.043 del anterior presidente. Más resultados positivos que respaldan la presidencia de Trump.
Los estudios que se realizan entre los votantes arrojan más información útil: 9 de cada 11 votantes indecisos en Ohio., que es un estado decisivo, dijeron que el impeachment es una distracción de los temas que más les interesan, a saber: salarios y desempleo, seguridad fronteriza, traer tropas a casa, y costes y acceso a la atención médica. Los votantes indecisos están expresando una serie de inquietudes sobre la destitución del presidente Trump que se alejan de lo que cuentan los medios. Los temores van desde la impugnación que perjudica a la economía hasta las frustraciones porque los demócratas de la Cámara de Representantes estén más interesados en perseguir a Trump que en ayudar a las personas y conseguir resultados para el país. Los votantes se sienten «preocupados», «inquietos», «agotados», «tristes de que los demócratas estén tan concentrados en eso en vez de los problemas reales» y lo ven como «una gran distracción de lo que podríamos estar haciendo».
Mientras tanto, Trump sí escucha a los votantes. La campaña electoral Trump Victory 2020 sigue progresando y tendrá 2 millones de voluntarios de aquí a 2020. La campaña está organizando y capacitando a becarios y voluntarios, involucrando a los vecindarios y voluntarios locales con personas que viven en los lugares. El objetivo es tener 90.000 líderes de equipo en 2020. Es una movilización sin precedentes que ofrece una imagen real del apoyo popular a Trump.
Tampoco olvida el escenario internacional y afronta los retos que se plantean con inmediatez. Trump autoriza aplicar aranceles del 50% al acero de Turquía, impone sanciones a tres ministros del gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan y detiene las negociaciones para alcanzar un acuerdo comercial con Turquía, como represalia por las acciones militares turcas en el noreste de Siria contra los kurdos. Todo ello ha hecho posible alcanzar un cese el fuego y fin de las hostilidades.
Trump está trabajando para que se apruebe la legislación para reducir el coste de los medicamentos recetados, la inversión en infraestructura, la aprobación del acuerdo USMCA para reemplazar el TLCAN, su programa de transformación de comunidades para las áreas pobres, las comunidades nacionales de veteranos sin hogar y mucho más. ¿Y qué hacen los demócratas? Pues siguen jugando con una destitución bajo engaños para recuperar por la fuerza el control del gobierno, apoyándose en elementos afines en las agencias de inteligencia, los medios corruptos y las redes sociales, en un intento de influir en la opinión pública para que la violación de la Constitución sea aceptable.
Hoy vemos con nitidez cómo dos de los mejores presidentes de Estados Unidos, Reagan y Trump, han sido y son atacados sin cuartel por la prensa progre y por la izquierda. Reagan cambió el curso de la historia. Trump ha devuelto la grandeza a los Estados Unidos con sus políticas de resultados.
Cuanto más nos acercamos a las elecciones de 2020, más evidente es que el presidente Trump está llevando a cabo su programa electoral y cumpliendo con las promesas que hizo en la campaña, ofreciendo resultados positivos. El presidente de más éxito desde Reagan tiene a los patriotas estadounidenses movilizados y asombrados por su fortaleza y energía. Ha resistido todos los ataques anteriores de los demócratas y los medios y el intento de impeachment está en vías de ser derrotado también. Trump ganará un segundo mandato con una victoria histórica que ya se ve venir. Una victoria histórica que cambiará el presente y el futuro. La huella de Trump ya es imborrable.
Trump es la voz de pueblo:
«Ellos intentaron perseguirle del lugar de trabajo, expulsarlo de la plaza pública y debilitar a la familia estadounidense y adoctrinar a nuestros hijos. Se ofenden y desdeñan a los estadounidenses fieles que se aferran a los valores históricos de nuestra nación».
«La ultraizquierda está librando una guerra contra los valores compartidos por todos en esta sala. Están tratando de silenciar y castigar el discurso de cristianos y creyentes religiosos de todas las religiones».
«Creemos que todo estadounidense tiene derecho a vivir según los dictados de su conciencia y las enseñanzas de su fe».
“En cada generación, la fe ha llevado al pueblo estadounidense a estar a la altura de nuestros valores y vencer los desafíos a nuestra forma de vida”.
“Nuestros valores compartidos están bajo ataque como nunca antes, pero nuestros derechos dados por Dios nunca podrán ser quitados”.
Los medios, los progres, los lobbies, el establishment, etc van detrás de Trump, pero también en realidad de todos los que compartimos los valores cristianos, la auténtica libertad y los derechos constitucionales.