Desde siempre el entrenamiento de los marines ha sido uno de los más completos de cuantos se imparten en las Fuerzas Armadas, ya sea en Estados Unidos o en otros países.
El Programa de Artes Marciales del Cuerpo de Marines (MCMAP) combina diversas disciplinas: Jujitso, kárate, y judo, entre otros, además de educación militar y estudios marciales. El objetivo es enfrentarse al enemigo con garantías de éxito, e incluye entrenamento con todo el equipo de combate, que llega a pesar entre 37 y 45 kilos. Las habilidades que se potencian van desde desarmar a un enemigo armado con pistola, fusil de asalto, o bayoneta, pasando por su neutralización o su muerte.

El programa de adiestramiento ha sido perfectamente condensado y se emplean las técnicas más efectivas de las artes marciales, de forma que puedan ser desarrolladas eficazmente en combate y con toda la impedimenta o sin ella, de acuerdo a las circunstancias.
El Cuerpo de Marines instruye a todos sus miembros en las artes marciales a través de este programa, que los soldados llaman «micmap» o «semper fu«, un juego de palabras entre el lema de los marines, «semper fi» (de «semper fidelis«, que significa siempre fiel) y «kung fu«.

El “dogi” de quienes intervienen en estos cursos, no es el típico kimono blanco, sino vestimenta de camuflaje, y el “dojo” puede ser cualquier sitio que sirva para entrenar. Las armas, el cuchillo/bayoneta que porta cada marine, el fusil de asalto, y cualquier arma o utensilio que esté al alcance de la mano durante el combate, desde una piedra, pasando por un palo, un hierro, una botella, un puñal, etc.

El programa MCMAP nació en 1999, a iniciativa del ex general James Jones, que entonces era comandante de los marines y ahora es Consejero de Seguridad Nacional del presidente Obama, y forma parte de la tradición de los marines del combate cuerpo a cuerpo con bayoneta y espada desde su creación en el siglo XVIII. Un total de 180 técnicas de artes marciales constituyen este programa avanzado, basado en cinco niveles de cinturones de distinto color, con seis grados diferentes de cinturón negro; cada cinturón tiene tres disciplinas que hay que superar para alcanzar el siguiente nivel. Este programa dota a los marines de un conocimiento ancestral y muy útil en combate, perfectamente adaptado a las necesidades de la guerra moderna y del control de situaciones problemáticas, no siempre con el objetivo de neutralizar o matar al enemigo, aunque también esto, por ejemplo, enfocado al control de grupos o disturbios.

Además de las técnicas de artes marciales y el exigente entrenamiento físico, se profundiza en el estudio de cultura marcial, que incluye la cultura y los valores guerreros de los zulúes, apaches o la de los espartanos, entre otras, así como sesiones sobre ciudadanía, responsabilidad, y honor. Un conjunto de enseñanzas que permiten formar a los marines en el aspecto humano y filosófico del uso de estas técnicas, tan importantes como el entrenamiento físico, con el objetivo de que se apliquen de forma responsable y adecuada.