La Academia Americana de Donald Trump
Dentro del combate ideológico y educativo contra el adoctrinamiento de la izquierda, Donald Trump ha lanzado una de sus propuestas más innovadoras para su segundo mandato presidencial: una política educativa alejada del concepto “woke” (despierta), que es completamente diferente y se articula en torno a una denominada Academia Americana.
Trump presentó esta propuesta educativa con las siguientes palabras: “Gastamos más dinero en educación superior que cualquier otro país y, sin embargo, están convirtiendo a nuestros estudiantes en comunistas, terroristas y simpatizantes de muchas causas diferentes. No podemos permitir que esto suceda. Es hora de ofrecer algo dramáticamente diferente”.
Realmente es lo que está pasando y todos lo vemos cada día. La Academia Americana sería una institución educativa no “woke” que ofrecería créditos a los estadounidenses de forma gratuita y no agregará ni un dólar más a la deuda federal.
En la presentación de esta nueva política, Trump expuso la situación actual en el sistema de educación superior de Estados Unidos. La curva de adoctrinamiento izquierdista se ha vuelto aún más evidente en las semanas posteriores al asesinato de 1.400 israelíes por parte del grupo terrorista palestino Hamás, cuando algunos estudiantes y profesores de centros de educación superior en Estados Unidos han expresado abiertamente su apoyo a Hamás, participando en protestas antisemitas.
Trump lo dijo en su estilo personal sin pelos en la lengua: “En las últimas semanas, los estadounidenses se han horrorizado al ver a estudiantes y profesores de Harvard y otras universidades alguna vez respetadas expresando su apoyo a los salvajes y yihadistas que atacaron a Israel”.
El objetivo de este nuevo plan de Trump es recoger los miles de millones de dólares que se recaudan mediante impuestos, multas y demandas a donaciones universitarias privadas excesivamente grandes, y usar ese dinero para financiar una nueva institución llamada American Academy (Academia Americana) que ofrecería una educación de primera clase disponible para todos los estadounidenses y de forma gratuita.
La ley tributaria de Trump de 2017 impuso un gravamen del 1,4% sobre los ingresos por inversiones de las universidades privadas más ricas del país. En 2022, 58 instituciones pagaron un total de 244 millones de dólares en impuestos bajo esa ley, según los datos más recientes del IRS (la Hacienda estadounidense), estableciendo un precedente para la propuesta de Trump.
La Academia Americana ofrecería un contenido educativo de alta calidad que cubriría todo el espectro de conocimientos y habilidades, así como pondría ese material a disposición de todos los ciudadanos estadounidenses on line de forma gratuita. Eso incluiría historia, contabilidad financiera u oficios especializados, canalizados adecuadamente a través de grupos de estudio, mentores, asociaciones industriales y los últimos avances en informática. Trump garantizó que sería una opción educativa de primer nivel, estrictamente apolítica y no se permitirá ni el “woke” ni el yihadismo.
De acuerdo al plan de Trump, la Academia Americana también competirá directamente con el sistema universitario de cuatro años existente al otorgar a los estudiantes credenciales de grado que el gobierno de Estados Unidos y todos los contratistas federales reconocerán en adelante y que otorgará el equivalente total y completo de una licenciatura universitaria. Además, la Academia Americana también ayudará a los más de 40 millones de estadounidenses que tienen alguna educación universitaria pero aún no tienen un título al otorgarles créditos por cursos anteriores, dándoles en última instancia la oportunidad de completar su educación en esta Academia Americana de forma gratuita y mucho más rápido que ahora.
La propuesta de Trump llega en un momento oportuno en el que la sociedad ve con pasmo cómo se adoctrina a los estudiantes desde un enfoque izquierdista que está erosionando ya Estados Unidos de forma grave.
Trump se compromete así a crear una universidad bien financiada que otorgaría títulos sin coste y que pondría la educación superior al alcance de todos los estadounidenses. Un plan educativo profundamente democratizador, de calidad y accesible. Al utilizar al gobierno federal para crear una institución educativa completamente nueva y asequible que competiría con las escuelas y universidades existentes remodelaría drásticamente la educación superior estadounidense y estaríamos combatiendo el adoctrinamiento de la izquierda en las aulas de una forma abierta y activa.
Esta nueva propuesta educativa de Trump viene a completar otras que ya ha presentado, tales como la eliminación a los administradores universitarios de diversidad, equidad e inclusión y promover la defensa de la civilización estadounidense y occidental en el plan de estudios escolar, exámenes de ingreso y egreso para estudiantes universitarios y que las escuelas brinden opciones para títulos rápidos y de bajo coste y posterior colocación profesional.
Con la idea de la Academia Americana, Trump retoma uno de los sueños del primer presidente de Estados Unidos, George Washington, que en su primer discurso ante el Congreso en 1780, pidió a la nueva legislatura que considerara la posibilidad de establecer una universidad nacional para promover la ciencia, la literatura y la educación cívica. No se trata, pues, de una idea improvisada, sino de una idea profundamente arraigada en la historia y la cultura patriótica de la nación.