La mejor novela
Hay que ver la realidad y ser honestos: somos una legión de escritores buscando a ese puñado de lectores que nos lean con la misma pasión que hemos escrito nuestras novelas. Y no somos cientos, somos miles en todo el mundo. Es lo que tiene escribir, que se extiende el gusanillo por todas partes y surgen escritores de debajo de las piedras.
Sinceridad, señoras y señores: un mínimo porcentaje de esas novelas serán leídas por los codiciados lectores. No unos miles, no unos cientos, no unas decenas… ¡Qué va! Apenas unos pocos pasarán la criba y llegarán a manos de los lectores. De esos, algunos serán libros regalados, y sólo una mínima parte serán ventas reales.
El escritor que logra esto es un héroe, es el jefe, es el amo del cotarro, es el tipo que ha sobrevivido a una de las más duras selecciones (junto a la de los SEALS, los Rangers, los marines, la CIA…), es la selección natural del mercado de lectores, que filtra, elimina y escoge a aquellos autores y sus novelas que por fin (¡sí, por fin, aleluya!) ha logrado llegar a gente que lee y compra libros, ha capturado su atención… y su dinero a cambio de unas horas del placer más sublime: la lectura.
Cientos de escritores, perdón, miles, se preguntan a diario, día y noche, cómo demonios conseguir vender su libro y sobresalir en el mar de novedades. Es tan simple que dan ganas de reír: se necesita escribir un libro tan extraordinariamente bueno, original, maravilloso, tentador, nuevo, incitante y sugerente… que a los lectores no les quede otra alternativa que comprarlo y leerlo. ¿Por qué? Pues porque es inmensamente bueno, por eso se vende, porque gusta, porque aporta algo, porque engancha, porque el ansiado lector siente que necesita leer ese libro.
Así se vende una novela: escribiendo algo increíblemente bueno. Y olvídese de campañas de promoción, amiguismos, cambalaches, teatro del bueno, paripés, reseñas y mil historias más. Es la novela lo que importa, lo buena que sea, lo bien escrita que esté. Todo empieza y termina en una novela escrita con pasión y talento: esa es la mejor novela.