El plan de Trump para asegurar los suburbios de Estados Unidos
Donald J. Trump ha incluido entre las propuestas de gobierno para su plataforma electoral de 2024 un plan para poner fin a la guerra de Joe Biden a los suburbios de Estados Unidos. Es evidente que la regla impulsada por la Administración Biden de que todos los estados, condados y ciudades presenten “planes de equidad” al gobierno federal para imponer una agenda de vivienda socialista pondrá el sueño americano fuera del alcance de innumerables familias estadounidenses.
Trump tiene en esas comunidades un auténtico granero de votos y es por eso que la izquierda radical está librando una guerra a gran escala contra los suburbios. Se trata de una cruzada marxista que acecha a los vecindarios más prósperos y persigue el dinero de sus impuestos, su seguridad pública y sus hogares. No es extraño que uno de los primeros actos que realizará Trump cuando regrese a la Casa Blanca sea derogar el ataque de la izquierda radical al estilo de vida de los suburbios.
Veamos en resumen el problema: la agenda socialista radical de Biden que busca destruir los suburbios exige que el gobierno federal elimine la zonificación para las viviendas unifamiliares, destruir el valor de las propiedades mediante la construcción de gigantescos complejos de apartamentos multifamiliares en esos terrenos y obligar a las comunidades a pagar desarrollos de viviendas para personas de bajos ingresos. Estas medidas pondrán a los burócratas de izquierda a cargo de la gestión de los vecindarios y comunidades de los estadounidenses. En la práctica, la nueva regla de Biden permitiría a esos burócratas no elegidos obligar a más de 1.200 ciudades y condados a cumplir con sus mandatos, en lugar de permitir que cada comunidad tome decisiones en función de sus necesidades individuales. En vez de promover la verdadera equidad en la vivienda, estas regulaciones alejarán el sueño de poseer una buena vivienda en propiedad en un barrio seguro.
Entre 2010 y 2020, el mayor crecimiento en los suburbios provino de las minorías raciales, incluidos hispanos y negros. La mayoría de ellos ahora viven en los suburbios. Esta regla destruirá muchos de esos proyectos de vida y comunidades que están prosperando. En realidad, Biden tiene una larga historia de librar la guerra contra la propiedad de vivienda y el estilo de vida suburbano. La Administración Obama-Biden ya emitió la regla Afirmativamente Fomento de la Vivienda Justa (AFFH), que despojó a las comunidades locales de su autoridad para tomar decisiones. Al igual que la nueva regla de vivienda de Biden, AFFH habría destruido nuestros suburbios al imponer regulaciones paralizantes a los gobiernos y comunidades locales y al permitir que el gobierno federal dictara las decisiones de zonificación locales.
El proyecto de ley de infraestructura de Biden para 2021 incluía planes para obligar a las jurisdicciones estatales y locales a eliminar la zonificación unifamiliar.
Durante su campaña de 2020, Biden también apoyó una propuesta para retener fondos federales para la reparación de carreteras de los suburbios que no eliminan la zonificación unifamiliar. La Administración de Biden introdujo estándares de emisiones que aumentarían el precio de los vehículos, lo que haría que millones de estadounidenses no pudieran pagar un automóvil nuevo y dificultaría el viaje al trabajo de muchas familias que viven en los suburbios.
En suma, las políticas de Biden han llevado a una crisis inflacionaria que ha provocado que los precios de las viviendas y las hipotecas se disparen, dejando a 18 millones de familias e individuos fuera del mercado inmobiliario sólo el año pasado.
Donald Trump ha prometido salvar los suburbios de Estados Unidos y ayudar a las personas de todos los orígenes y condición social a alcanzar el sueño americano de ser propietarios de una vivienda de calidad. Para ello, revocará de inmediato el impulso regulatorio radical de Biden para terminar con el estilo de vida suburbano. Esta nueva agenda se basa en las medidas de Trump durante su primer mandato para proteger los suburbios al derogar la regla AFFH de la administración Obama-Biden.
De forma paralela, Trump llevará a cabo una competición enfocada a construir nuevas Ciudades de la Libertad para brindar a innumerables estadounidenses una nueva oportunidad de ser propietarios de viviendas en barrios seguros y limpios. Asimismo, lanzará una iniciativa especial para reducir el coste de un automóvil nuevo y el coste de construir una vivienda unifamiliar, que son ejes fundamentales para este tipo de vida.
Trump ya facilitó a los estadounidenses la compra de un automóvil nuevo al derogar en su primera presidencia los estándares de combustible de la era Obama-Biden con la Regla de Vehículos Seguros, que se proyectó para reducir el precio de los vehículos nuevos en 2.200 dólares.
Los logros de desregulación de Trump pusieron más dinero en los bolsillos de las familias estadounidenses, ahorrando al hogar estadounidense un promedio de 3.100 dólares adicionales cada año y, especialmente, ayudó a los estadounidenses de bajos ingresos a aumentar su poder adquisitivo hasta en un 15%.
De nuevo se hace necesario aplicar la agenda de vivienda de Trump para impulsar un modo de vida en Estados Unidos renovado, seguro, de calidad y accesible para todos.