Rescatar lectores
La situación se ha convertido en urgente y grave. El enfermo requiere atención inmediata y medidas de reanimación. Se trata de una enfermedad mortal que puede matar a todo un sector: el editorial.
No es un tema médico, hablo de rescatar lectores para el mundo de los libros. El panorama es muy preocupante en países como España y algo menos en Estados Unidos. Cada vez lee menos gente, de ésta una gran proporción son mujeres que sólo buscan un determinado tipo de libros (esperen que vomito y regreso), y el sector editorial debe enfrentar a enemigos poderosos: el cine, la televisión, las redes sociales, vídeos, smartphones, tabletas, internet, ligues online… en fin que la lista es amplia y nos movemos en lo que se ha dado en llamar una economía de la atención.
Todos quieren la atención de los lectores, cada vez más asediados por diferentes opciones de ocio y entretenimiento. Opciones que quitan horas a la lectura tradicional de libros en papel. Incluso los lectores habituales y con mucho callo en esto de leer, se ven desbordados y con menos tiempo para dedicar a la lectura. La gente lee, pero en vez de libros, leen mensajes de WhatsApps y de redes sociales, que están incrementando las horas de atención y uso, y ya son la envidia cochina del sector editorial, que babea ante esta sangría y deserción de lectores a los enemigos.
La capacidad de atención y concentración de las personas en este siglo XXI se ha reducido de forma alarmante y se ve limitado por el entorno de ocio que nos rodea. Las nuevas opciones de entretenimiento, como los videojuegos y charlas online, están quitando lectores a mogollón al sector editorial y provocando que se publique un determinado tipo de libros de consumo fácil y rápido, pero que deja mucho que desear en cuanto a calidad. El mismo proceso que vemos en el cine, con escasas películas buenas, sucede en el mundo de los libros: cada vez son menos los buenos e interesantes.
La facilidad de acceso a plataformas con múltiples posibilidades de ocio y entretenimiento, desde cualquier lugar y en cualquier momento con comodidad (redes sociales, apps, mensajería, videojuegos, música, cine online…) provoca que cada vez se dediquen menos horas a la lectura de un buen libro, que debe competir con estos enemigos tan entretenidos, novedosos, accesibles y gratis muchas veces o económicos mediante sistemas de suscripción.
Por eso rescatar lectores para el sector editorial requiere hospitalización urgente y atención personalizada. Si queremos más lectores, vamos a tener que ofrecer mejores libros, de forma rápida, a un precio razonable en línea con la calidad del producto ofertado, que presente a los lectores una opción de entretenimiento atractiva y seductora para pasar unas horas, una experiencia de ocio enriquecedora que deje un poso cultural y valioso (como siempre lograron los mejores libros clásicos), y tan atrayente como para competir con todos esas nuevas plataformas de ocio en igualdad de condiciones. O sea, como hacemos en Sniper Books.
Rescatar lectores no se consigue con planes gubernamentales, aunque éstos algo ayuden, es un desafío para la industria editorial y para los escritores.