Columnas de la vida
Necesitamos mirar de verdad y ver las cosas como son. Hay dos mundos posibles, si la vida de los hombres es caótica, omniminiosa, parecida a la de una bestia, es un mundo en el que nos comemos unos a otros. Todos tenemos una gota de bestialidad, que cuando aparece debemos segar de cuajo (Por ejemplo, Caín debió no haber dejado que la envidia matara a su hermano), y si domina el bien y la bondad, es un mundo en el que somos hermanos y da gusto vivir. Muchas veces se dirá el Hijo del hombre para nombrar a Jesús, pero un “hombre nuevo”.
Las columnas sobre las que se sustentan esos dos mundos posibles son antagonistas, se contraponen, y dependerá de cada uno sobre cuáles se asiente su existencia. Tenemos las columnas del poder, el tener y el valer. Profundicemos en ellas y en las verdaderas columnas en las que necesitamos apoyar nuestra vida, para salvarnos y que nuestra vida no se malogre.
La columna del PODER
En la parábola en la que Jesús dice: “Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”, se ve la relación de Jesús con el poder. El poder tiene peligro “abuso de poder” y una oportunidad en sí mismo. Jesús rehúsa el poder. Debemos servir al poder que sus objetivos sean compatibles con nuestro compromiso cristiano. Sta. Teresa de Jesús, por ejemplo, en ocasiones no se sintió bien tratada por el poder.
En principio, tenemos que huir del poder, ya que encierra un peligro en sí mismo.
El poder es bueno si sirve para ayudar a los más necesitados. Debemos ofrecer nuestro trabajo como un servicio a los demás y no para destacar en el plano personal.
Utopía: Cambiar el poder por el SERVICIO.
La columna del TENER
La riqueza y la pobreza es un tema difícil de abordar. Hay tres clases de bienes (materiales, culturales y espirituales). Seguir a Jesús comprende renunciar a todos los bienes materiales y comodidades. Tener bienes materiales no es malo, pero el cristiano debe anhelar los bienes culturales y espirituales. Dijo Santa Teresa en una ocasión: Hay que ver en qué ponen el corazón algunas personas con las riquezas que dan los bienes espirituales.
San Lucas es el evangelista que más se ocupa de la pobreza y de la riqueza (Parábola de Lázaro y Erpulon)
Utopía: cambiar el tener por el COMPARTIR.
La columna del VALER (aparentar….)
En un evangelio se pone de manifiesto la contraposición de dos tipos de personas. Los sencillos, humildes y los importantes, sabiondos. Dios se revela a los sencillos. Por eso María dijo: Has reconocido la pequeñez de tu esclava. Elige a los últimos como David, José o Benjamín.
Utopía: Cambiar el valer por la HUMILDAD.
El mundo sería distinto si nuestras vidas se sustentaran sobre estas columnas: Servicio, Compartir y Humildad. Un mundo en el que predominaría el bien sobre el mal. Cuando nos preguntamos por qué el mundo está como está actualmente, deberíamos mirarnos a nosotros mismos y esforzarnos individualmente por apoyarnos en las columnas de la vida que harían posible un mundo mejor. No es algo que corresponda a los demás, nos corresponde a cada uno de nosotros en el día a día. Preguntémonos con sinceridad: ¿En qué columnas sustento mi vida?
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