La deforestación
Una de las más graves amenazas que penden sobre el planeta y las especies es la deforestación. El alarmante retroceso de la masa forestal en lo que va del año 2000 hasta 2018 ha colocado en riesgo de supervivencia a más de 500 especies de animales, que abarcan aves, mamíferos y anfibios.
Loa estudios científicos de asociaciones conservacionistas, universidades y los mapas de alta resolución de la NASA y de Google Earth, entre otras empresas e instituciones, que se han llevado a cabo sobre masas forestales de alto valor ecológico que sirven de hogar a miles de especies, concluyen que el retroceso de las más de 63.837 especies incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas elaborada por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (IUCN), de las cuales 19.817 están clasificadas como amenazadas, 5.766 en peligro de extinción y casi 4.000 en peligro crítico, han sufrido retrocesos evidentes.
Las investigaciones concluyen que la gran mayoría de las especies que atraviesan un creciente riesgo de extinguirse viven en zonas cuya masa forestal se ha visto severamente reducida y sugieren que ese riesgo es mayor del que se pensaba.
La deforestación de los últimos años puede haber afectado ya a entre 198 y 490 especies de anfibios, con un incremento del 33 por ciento, entre 215 y 253 de aves, un 15 por ciento más, y entre 51 y 131 de mamíferos, con un aumento del 25 por ciento. Y estas cifras están constatadas a fecha de 2016. El retroceso hasta 2018, que aún está por cuantificar y seguía esta tendencia, se habrá ampliado.
Esto lo que nos dice es la necesidad urgente de abordar las causas de la deforestación y asegurar una conservación efectiva de las masas forestales mediante medidas rápidas y efectivas.
Según los investigadores que trabajan en este tema habitualmente, las zonas más afectadas por la deforestación en el siglo XXI se ubican en América Central, la cara norte de los Andes, Madagascar, los bosques del arco oriental de África -en las montañas de Kenia y Tanzania- y las islas del Sudeste Asiático.
No está de más recordar que los ciudadanos tienen el poder de elegir a los políticos que pueden influir con sus decisiones en estos temas. Y que los bosques, los humedales, los suelos bien conservados y los océanos son los principales sumideros de CO2 en el planeta y, por consiguiente, aliados imprescindibles para mantener un planeta saludable y una biodiversidad adecuada y en equilibrio. Al final, garantizar esto también depende del voto de los ciudadanos que eligen representantes que se preocupan de estos temas y los ponen en su agenda política por encima de idioteces de ideología de género, feminismo, etc, con lo que últimamente engañan a la gente para arrancar votos y millones al presupuesto público de los estados.