Mes de la Herencia Hispana
Desde el 15 de septiembre y hasta el 15 de octubre se celebra en Estados Unidos el mes de la Herencia Hispana, que es una magnifica forma de celebrar las raíces españolas de esta nación y la aportación de millones de hispanos de toda Latinoamérica a la cultura estadounidense a lo lago de la historia.
Mientras en España los nacionalismos paletos y fanáticos se empeñan en una ruta suicida para sus territorios autonómicos, que podrían provocar la ruptura del país, en Estados Unidos, con un sentido de unidad y de nación maravilloso, se celebran esas señas de identidad culturales que nos uncen más allá de ideologías, nacionalismos sin sentido y barreras lingüísticas. Esta celebración es importante porque pone bajo el foco de atención a toda una comunidad que comparte las mismas raíces hispanas.
Durante el Mes de la Herencia Hispana se celebran toda clase de actividades culturales, sociales y educativas que buscan activamente dar a conocer y reivindicar las huellas hispanas en la historia del país y en la cultura común de los estadounidenses.
Es llamativo que se celebre la Herencia Hispana en Estados Unidos y en España, que tiene motivos para su celebración, se desgarre en nacionalismos llenos de ignorancia y resentimientos. Esto es lo que va de una nación que celebra sus raíces a otra que reniega de ellas.
El presidente el Presidente Lyndon B. Johnson instauró la Semana de la Herencia Hispana, que fue ampliada a un mes en 1988 por iniciativa de Ronald Reagan, aquel gran presidente republicano, uno de los más populares del siglo XX.
Además, la presencia, el crecimiento y la influencia de la comunidad hispana en Estados Unidos actualmente, que ya alcanza más de 54 millones de personas, justifica más que nunca este Mes de la Herencia Hispana.
La aportación de los hispanos a la sociedad estadounidense se concreta en un dinamismo envidiable, una expansión demográfica imparable, un enorme emprendimiento empresarial y la presencia de hispanos a todos los niveles, cuya influencia no deja de crecer y que se manifiesta, por ejemplo, en la capacidad para elegir representantes políticos, en las empresas, las universidades, los medios de comunicación, las fuerzas armadas, etc.
Este 2015 será recordado por tres actos centrales: los honores concedidos como Ciudadano Honorario a Bernardo de Gálvez, el héroe de Málaga durante la Guerra de Independencia, cuya importante figura cada vez es más conocida; los actos de celebración en San Agustín, Florida, la ciudad más antigua de Estados Unidos (junto con San Juan de Puerto Rico), fundada por el asturiano Pedro Menéndez de Avilés hace 450 años; y por la canonización en Washington DC del mallorquín Fray Junípero Serra, considerado uno de los padres de California y que ya es el primer santo hispano de Estados Unidos.
Que todo esto suceda mientras en España algunos iluminados nacionalistas se empeñan en romper un país con cientos de años de historia, nos demuestra hasta qué punto es importante celebrar la herencia común, rescatar la historia real y festejar todo aquello que nos une como comunidad de hispanos. Sólo así podemos seguir construyendo el presente y el futuro, que va a ser brillante, pese a algunos, al menos en Estados Unidos.