Hank Williams, Premio Pulitzer
El año 2010 nos dejó uno de los premios más merecidos, no de los que se conceden arbitrariamente por el gobierno de turno o los amigos en cómodas poltronas del poder. Un premio de los de verdad, de los que aún tienen contenido y significan algo, no meramente propaganda ideológica al servicio de un partido político (como en algunos países, tal que España, que están tan habituados que ni se dan cuenta de ello).
Cincuenta y siete años tras su muerte, el ídolo legendario de la música country, Hank Williams, uno de los padres de este género, recibió una Special Citation póstuma para los Premios Pulitzer de 2010, anunciados en la Universidad de Columbia en el mes de abril.
Este reconocimiento pone el énfasis en el cantante por “su habilidad como autor de canciones que expresó sentimientos universales con una dolorosa sencillez y por su rol como transformador de la música country en una de las principales corrientes musicales y culturales de la vida americana”.
Su inmensa capacidad para transmitir en canciones sencillas sentimientos personales le permitieron llegar al gran público y trascender en el tiempo. Sus canciones eran sobre la América profunda e historia reales de amor, desengaños, fe, alcohol y vidas solitarias. Pero también de las pequeñas alegrías de la vida cotidiana.
El jurado, presidido por el editor del Miami Herald, Anders Gyllenhaal, concedió el premio tras una serie de consultas confidenciales con expertos en música popular. “Sobre todo se reconoce el impacto imperecedero de Williams como una fuerza creativa que ha influido en un amplio espectro de músicos e intérpretes”, dijo Sig Gissler, administrador de los Premios Pulitzer. “De igual forma, el premio es prueba del deseo del Jurado de ampliar su Premio a la Música y reconocer todo un rango de excelencia musical que quizá no había tenido en cuenta en el pasado”. Fue, sin duda, un acierto pleno de los Premios Pulitzer.
En años recientes el Jurado otorgó reconocimientos similares en el campo musical a los músicos de Jazz Thelonius Monk y John Coltrane en 2006 y 2007 respectivamente y a Bob Dylan en 2008.
Precisamente si por algo destacó Hank Williams, nacido en la pobreza en Alabama y fallecido prematuramente en 1953 con sólo 29 años, convertido en la primera gran súper estrella del country, fue por escribir y cantar canciones que reflejaban las esperanzas y los problemas del ciudadano común. Sus habilidades para componer y su peculiar forma de cantar, hizo posible la expansión y popularidad de la música country a un nivel nunca visto hasta entonces. Entre sus canciones más famosas, ya convertidas en standards, están ‘Move It On Over’, Your Cheatin’ Heart, Cold Cold Heart, I’m So Lonesome I Could Cry y Jambalaya. Éxitos que siguen trayendo los sonidos de una parte crucial de la historia de Estados Unidos.
Una exposición de la familia Williams sobre el genial artista puede verse hasta este 2011 en el Country Music Hall of Fame.
Su legado cultural sigue influyendo y forma parte importante de esos Estados Unidos que él supo reflejar en sus canciones como nadie.
Move it on Over – Hank Williams
Hank Williams – ‘Honky Tonk Blues’
Hank Williams – Hey Good Lookin’
Hank Williams – Your Cheatin’ Heart
Hank Williams Sr. – Cold, Cold Heart
I’m So Lonesome I Could Cry – Hank Williams Live Performance
Jambalaya on the Bayou – Hank Williams
Hank Williams – Settin’ the Woods on Fire
Hank Williams: Lovesick Blues
Hank Williams Sr ‘Someday You’ll Call My Name’
Hank Williams – We Live In Two Different Worlds
Beyond The Sunset by Hank Williams
Everything’s Okay by Hank Williams
Hank Williams I’m Free At Last –
I’ll Fly Away – Hank Williams
Hank Williams – I’m Going Home
Hank Williams – I Saw The Light
Hank Williams Sr. – Dust on the Bible