Crisis EE. UU – Corea del Norte – Defensa antimisiles
Con el objetivo de defender el territorio nacional y a sus aliados, Estados Unidos tiene previsto añadir 14 interceptores de cohetes a su sistema defensivo con misiles en Alaska. Esta decisión se ha acelerado por el avance del programa de armas y ojivas nucleares de Corea del Norte, cuyas bravuconadas y provocaciones siguen en aumento.
El Pentágono ha autorizado este despliegue adicional para estar alerta frente a la amenaza creciente de los misiles norcoreanos. Los interceptores ya han sido trasladados a sus bases y están listos para responder a cualquier posible ataque. Este despliegue preventivo no sólo beneficia a Estados Unidos sino también a los aliados en la zona, Corea del Sur y Japón, fortaleciendo la defensa común.
Los 14 interceptores adicionales han sido ubicados en Fort Greely, Alaska, donde ya tenemos otros 26 en sus respectivos silos, todos ellos conectados al sistema de comunicaciones de defensa y operados directamente por soldados y oficiales de Fort Greely y Colorado Springs, (Colorado). Estos cohetes interceptores están diseñados para elevarse de sus silos, traspasar la atmósfera y colocar un «vehículo eliminador» que puede alcanzar las ojivas atacantes, que se constituyen de inmediato en su blanco; al impactar a gran velocidad, destruye el misil atacante.
Para hacer frente a Corea del Norte, el Pentágono ha autorizado la instalación de un radar adicional en Japón que sirve como identificador de objetivos y misiles enemigos, y que permitirá alertar de forma temprana de cualquier lanzamiento de misiles norcoreanos y monitorizar sus rutas de vuelo. Asimismo, está en marcha en la isla de Guam el despliegue del conocido como THAAD (Terminal de Defensa de Alta Altitud), capaz de destruir misiles de alcance corto e intermedio tanto dentro como fuera de la atmósfera terrestre.
Este despliegue extra supondrá más de 1.000 millones de dólares, que en parte procederán de la cancelación de la última etapa del sistema antibalístico que se construye en Europa, cuyo objetivo es defender contra una amenaza de misiles procedentes de Irán, y que tiene ya instaladas los principales elementos operativos del sistema.
Para complementar este despliegue, el Pentágono aumentará también en un 46% el número de baterías antimisiles instaladas en la base de Vandenberg (en el sur de California), donde hasta ahora teníamos 30 sistemas antimisiles y que serán ampliados a 44.
De esta forma se atienden a los informes de inteligencia que apuntan a la necesidad de fortalecer la defensa antimisiles en el área de Asia como una prioridad absoluta. Y nos da la razón a quienes hemos defendido el escudo antimisiles desde los tiempos de Ronald Reagan y su «Iniciativa de Defensa Estratégica».