El Día D – 65 Aniversario del Desembarco de Normandía

junio 2009
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Jun 07, 2009 by James Nava in Estados Unidos

Fue un 6 de junio de 1944 cuando las tropas aliadas, encabezadas por Estados Unidos, desembarcaron en las playas de Normandía (Francia), abriendo un segundo frente clave en la Europa ocupada por los nazis.
En este 65 aniversario, Barak Obama ha sido el invidado de honor de las celebraciones oficiales que han tenido lugar en Caen. El Presidente norteamericano ha podido hacer su homenaje aquí, como anteriormente lo hizo también George W. Bush, en el cementerio de Colleville sur Mer, 69 hectáreas cedidas por Francia a Estados Unidos, desde donde se domina Omaha Beach, donde desembarcaron y murieron miles de soldados nortemericanos para liberar Europa. Campo de batalla de una de las playas que más costó conquistar en el día D.
Alrededor de trescientos de estos veteranos de la Segunda Guerra Mundial han sido los protagonistas del 65 Aniversario del Desembarco de Normandía, que rinde tributo a los 9.387 soldados americanos caídos en Francia durante la célebre Operación Overlord, comandada por el general Dwight D. Eisenhower.
El Desembarco culminó meses previos de preparativos y operaciones de espionaje, en lo que constituye uno de los grandes éxitos estratégicos de la historia militar moderna, pese a todas las dificultades que encontró a su paso.

El valor y heroísmo de miles de soldados norteamericanos, que rompieron la “muralla del Atlántico”, toda la férrea fortificación de la costa que habían desplegado los alemanes, hizo posible en último término el éxito de la operación. Un éxito pagado con miles de vidas y enorme sacrificio, que sólo fue posible gracias al arrojo y el espíritu de lucha de esos muchachos que desembarcaron en Normandía con un puñado de valores e ideales que traían desde Estados Unidos. Sin ellos, sin su avance ante las balas, las minas, y los cañones nazis, sin su determinación, nada habría que celebrar hoy.
El Desembarco anfibio y aerotransportado, con alrededor de 200.000 soldados y paracaidistas, (norteamericanos, británicos y canadienses), comenzó a las 6:30 de la mañana en las playas asignadas a las tropas norteamericanas, Utah y Omaha, fue precedido por la infiltración de la 82ª y la 101ª Divisiones Aerotransportadas de paracaidistas, y el 2º Batallón de Rangers, y marcó el principio del fin de la ocupación nazi en Europa. Pero no antes de que más de 10.000 soldados perdieran la vida y en torno a 20.000 fueran heridos sólo durante el Día D.

El Presidente Obama, durante su alocución de homenaje, ha dicho que:
«En un momento de máximo peligro, en las peores de las circunstancias, hombres que se consideraban comunes descubrieron que eran capaces de hacer cosas extraordinarias…Quiero decir gracias a los supervivientes de esta tragedia que están hoy entre nosotros (…) os debemos nuestra libertad».

Palabras acertadas y que encierran una verdad esencial que no debe ser olvidada por nadie. Tampoco por quienes se sienten ajenos a este tipo de actos, ya que su libertad actual también está pagada por quienes lucharon y dieron su vida aquél día.

«Los ciudadanos de todas las creencias, y los que no tenían ninguna, se dieron cuenta de que no podían permanecer pasivos ante la muerte y la destrucción salvajes (…) Ustedes nos recuerdan que, al final, el destino humano no depende de fuerzas ajenas a «nuestro control (…) Nuestra historia siempre ha sido la suma total de las elecciones tomadas y los actos emprendidos por cada persona individual. Siempre ha dependido de nosotros«, nos ha recordado el Presidente Obama.
“El Desembarco de Normandía, donde la victoria aliada se produjo pese a tremendas circunstancias en contra, abrió la puerta al triunfo final en la II Guerra Mundial e hizo posible los logros que vinieron tras la liberación de Europa (…) No podíamos saberlo entonces, pero mucho del progreso que iba a definir el siglo XX, a ambos lados del Atlántico, viene de la batalla por un trozo de playa de sólo diez kilómetros de largo y tres de ancho«, ha apuntado Obama.

«Amigos y veteranos, lo que no podemos olvidar y lo que no debemos olvidar, es que el desembarco ha sido un momento y un lugar, donde la valentía y la generosidad de unos pocos permitió cambiar el curso de todo el siglo», ha concluido el presidente norteamericano.

La valentía, el honor, la lealtad, y los ideales que empujaron a combatir a aquellos soldados el Día D, están detrás de la libertad y el progreso que hoy respira Europa, Estados Unidos y buena parte del mundo. Como lo están detrás de quienes ahora mismo combaten bajo la bandera de los Estados Unidos en Iraq y Afganistán, algo que muy frecuentemente es olvidado en aras de la crítica fácil y la manipulación ideológica que practican habitualmente ciertos sectores mediáticos y de la opinión pública. Son los valores de la libertad y el heroísmo generoso, los que no debemos olvidar y los que honramos cada 6 de junio en recuerdo del Desembarco de Normandía y de quienes dieron la vida por un mundo mejor.