El resultado del primer debate presidencial entre Mitt Romney y Barack Obama, que el candidato republicano ganó con brillantez, ha dejado las cosas mucho más ajustadas entre ambos, de tal manera que casi están empatados en los swing states, los estados indecisos, como Ohio, Virginia y Florida, o con muy ligeras ventajas de uno y otro entre 1 y 2 puntos.
La paliza ha sido tan demoledora que la clásica predicción de la Universidad de Colorado, que ha acertado las últimas ocho presidenciales, ya da ganador a Romney en base a sus cálculos.
Tras meses en los que los grandes medios de comunicación, nacionales e internacionales, le han hecho el juego a Obama, sin críticas y diciendo amén a todo, los ciudadanos estadounidenses y del mundo pudieron contemplar durante el primer debate presidencial a un candidato republicano muy bien preparado, ágil, contundente, concentrado y con las ideas más claras de lo que hay que hacer desde la Casa Blanca. Como la creación de millones de empleos, la reforma fiscal para bajar los impuestos, la independencia energética, la expansión del comercio, la adopción de medidas contra la competencia desleal de China y fortalecer la capacitación profesional.

Los ciudadanos han podido conocer por boca del candidato republicano, lejos de la manipulación de los grandes medios de comunicación que llevan a Obama de la mano, su programa de gobierno en asuntos cruciales como los impuestos, la sanidad y el empleo, que es audaz, claramente liberal y en línea con la tradición estadounidense de hacer las cosas, a través de la iniciativa empresarial, la competitividad y la eficacia en la gestión. Romney ha aprovechado el primer debate televisado para dejar clara su postura moderada en torno a la
Seguridad Social, ha realizado propuestas más sensatas y mejor enfocadas en temas tan vitales como el déficit y el empleo, recordándole a Obama, el adalid de los desamparados, las cifras récord de parados y de personas dependientes de los cupones de alimentos que deja tras de sí, y ha proyectado su capacidad de llegar a grandes acuerdos con el Partido Demócrata cuando es necesario.
La impresión del ciudadano hoy es que Romney tiene un buen plan de gobierno mientras que Obama ofrece más de lo mismo y sin saber por dónde anda. Su imagen cabizbaja y evitando en todo momento la mirada de Romney, refleja bien cómo afronta la situación, tratando de jugar al despiste y sin ofrecer mucho más que buenas intenciones, emociones y gasto público.

El éxito en el debate ha hecho que Romney esté viviendo su momentum y haya impulsado su campaña electoral en el momento decisivo. Que le lleve a la Casa Blanca va a depende de él, por supuesto, pero también de cómo se comporte Obama de aquí al 6 de noviembre y si es capaz de ilusionar de nuevo a los americanos.
Este primer debate nos ha dejado a un Romney rápido en el ataque y la propuesta política, inteligente y capacitado, noqueando a un Obama muy perdido que se ha acomodado estos años y no está acostumbrado a debatir en serio. Por el contrario, Romney viene de unas intensas primarias en su partido, donde ha debatido con gente intelectualmente muy preparada, como Newt Gingrich, entre otros, y acumula una experiencia de más de una veintena de debates, mientras que Obama está pagando sus cuatro años sin resistencia de la prensa ni debates en profundidad.
Todos en EE.UU sabemos que Romney brilla en los debates y Obama brilla…pero con el telepromter o, en su defecto, los discursos preparados al milímetro, donde es realmente bueno.
La imagen es la de un Romney preparado para asumir la presidencia mientras que Obama está aguantado el tipo como puede y revolviéndose para encontrar la energía que lo impulse o esas ideas que le ayuden a convencer.

Hoy, Romney aparece como el líder compasivo y cualificado que es, capaz de conectar con los ciudadanos, en especial la clase media. No es el fin de Obama, por supuesto, con una capacidad de recuperación asombrosa y un líder nato donde los haya, pero tendrá que trabajar más intensamente si quiere ganar y luchar contra una dura realidad: el país no está mejor que hace cuatro años. Queda una vibrante campaña por delante. El segundo y el tercer debates volverán a ser importantes, pero también la infinidad de mítines y encuentros con los ciudadanos. Es en ellos donde la defensa por parte de Romney de políticas liberales, impuestos bajos, gobierno reducido, responsabilidad política, valores, respeto a las creencias religiosas e iniciativa empresarial, le pueden conseguir esos votos decisivos de los ciudadanos que le lleven a la Casa Blanca.
Tras el revolcón a Obama en Denver (Colorado), ambos candidatos se verán las caras de nuevo en los debates del día 16 en Nueva York y el día 22 en Florida.

Presidential Debate #1 Mitt Romney Barack Obama Fox

PRIMER DEBATE A PRESIDENCIA 2012: OBAMA VS ROMNEY (UNIVISION ESPAÑOL FULL)