Uno de los lugares estratégicos donde Estados Unidos está desplegando tropas y agentes de inteligencia es Jordania, donde se prevé alcanzar un importante número de efectivos, más de 1.000. Es un despliegue con múltiples objetivos, entre ellos lanzar un mensaje de fortaleza hacia Siria, donde el régimen dictatorial de Bashar al Asad se empeña en aferrarse al poder a costa de una cruenta guerra civil y miles de muertes.
La presencia de tropas estadounidenses en Jordania se limitaba a 250 soldados desde hace meses, pero ante el incremento de la inestabilidad en la zona se ha decidido aumentar la misma con los miembros que participaron en las maniobras conjuntas con Jordania denominadas Eager Lion. Además, el Pentágono ha decidido establecer aviones de combate F-16 y una batería de misiles Patriot en Jordania como refuerzo ante la expansión de la violencia procedente desde Siria, al sur del país, así como otras unidades de apoyo, comando y control, diverso personal y sistemas de comunicación.
Actualmente, Jordania está gestionando la situación de cerca de medio millón de refugiados sirios, y su territorio servirá como corredor estratégico para las armas que Estados Unidos entregará a los rebeldes que combaten en Siria.

Los primeros contingentes enviados los pasados abril y mayo, formados por 200 soldados procedentes de la 1ª División Blindada de Fort Bliss, Texas, ya establecieron un cuartel general cerca de la frontera de Jordania con Siria desde donde planificar operaciones militares, incluyendo una rápida acumulación de fuerzas estadounidenses si la Casa Blanca decide que una intervención militar es necesaria. Los planes con los que trabajamos prevén expandir estas fuerzas hasta 20.000 o más si fuera necesario, incluyendo el despliegue de equipos de operaciones especiales para encontrar arsenales de armas químicas en Siria, otras misiones, unidades de defensa aérea para proteger el espacio aéreo de Jordania y unidades militares convencionales capaces de intervenir en Siria.
De momento, soldados estadounidenses ya patrullan y realizan operaciones de defensa alrededor de la Base Aérea del Rey Hussein en Al-Mafraq, la base aérea iraquí de Ain al-Assad, a diez kilómetros de la frontera con Siria, y en otro pueblos de Jordania, cercanos también a la frontera con Siria, como Albaej, el área alrededor de la presa de Sarhan, los pueblos de Zubaydiah y al Nahdah, al-Houshah, y la base aérea Príncipe Hassan situada a 100 km al este de al-Mafraq.
En junio el despliegue se ha intensificado con la llegada al puerto de Aqaba, al sur de Jordania, de cientos de marines, miembros de la Fuerza 24 Expedicionaria de la Marina a bordo del USS Kearsarge, un buque de asalto anfibio, que ancló en la vecina Eilat, en Israel; un despliegue que incluye vehículos blindados y Hummers. Como estaba previsto, los marines se dirigieron hacia el norte a lo largo de la carretera de montaña que une Aqaba, Jerash y Ajilon de sur a norte.
Un despliegue militar y de fuerzas de inteligencia que aún prosigue por puntos estratégicos del país y de la frontera con Siria.