Steve Jobs
La muerte de Steve Jobs ha conmocionado a la empresa Apple, a Estados Unidos y al mundo como pocas noticias son capaces de hacer, con una unanimidad que indica claramente la influencia y la huella que nos ha dejado el hombre, el empresario, el genio, el visionario y el ser humano que fue capaz de hacer realidad una vez más el sueño americano, forjarse a sí mismo y en ese proceso cambiar su vida y el mundo.
La clase de persona que fue Steve Jobs representa al hombre que es capaz de levantarse de un simple garaje y construir un imperio comercial y tecnológico multimillonario mediante un espíritu creativo genuinamente estadounidense. Pero también es la historia de un hombre capaz de transmitir valores positivos a la sociedad, ideas y conceptos que sobrevivirán y se convertirán en una referencia para millones de personas. Ya lo estamos viendo con sus palabras, sus discursos y la actitud ante la vida.
Steve Jobs demostró que se puede ser fiel a sí mismo, sin realizar una exposición pública de la vida privada, para hacer algo importante y trascendente, que se puede revolucionar la vida cotidiana si aspiramos siempre a convertir los sueños en realidad y lo hacemos con fe y coraje.
Son sus lecciones vitales que nos lega también en forma de recursos tecnológicos que están transformando el mundo y nuestras vidas: el iPod (2001), iPhone (2007), iPad (2010), iTunes…..Todos ellos son producto de una mente extraordinaria, del tesón y la perseverancia en pos de un objetivo, de trabajo duro bien hecho y de una actitud humana que impregna el espíritu de Apple, pero sobre todo la vida de su cofundador, Steve Jobs.
Estados Unidos sigue teniendo esa capacidad infinita para fomentar genios y exportarlos al mundo; Steve Jobs es uno de ellos. Es así como se transforma todo a mejor, desde una profunda convicción personal, sentido del optimismo y un espíritu positivo y abierto a las nuevas ideas y avances.
Su legado nos marca un camino de tecnología a seguir, pero también un camino que no está desprovisto de valores ni de comportamientos con alma humana. Porque el futuro se escribe precisamente con tecnología, sí, pero también con palabras como generosidad, amor, compasión, compromiso, lealtad, valor, talento, creatividad y capacidad de soñar.
Y por todo ello Steve Jobs ha dejado su huella imperecedera en nosotros y en el mundo. Y le recordaremos.