Victoria en New Hampshire
Los Republicanos han visto renacer, como era previsible para todos los que le conocemos, a John McCain, hombre de carácter e indudables virtudes para ser el próximo Presidente de los EE.UU.
Los Demócratas han venido a rescatar a Hillary Clinton de una derrota que le hubiera puesto contra las cuerdas demasiado pronto. Pero esta temprana y despiadada elección primaria ha evidenciado las carencias de la candidata demócrata. Si es tan vulnerable ante un Obama novato, ¿qué haría ante un McCain experimentado, que se las sabe todas, y cuyas capacidades para el cargo están fuera de toda duda?
Las incógnitas no han hecho sino empezar porque New Hampshire sólo es un peldaño más en esta larga carrera hasta la Casa Blanca. Las próximas citas en Michigan y Carolina del Sur van a empezar a determinar muchas cosas. Y el Supermartes, 5 de febrero, veremos qué candidatos se llevan la cabeza del león de los delegados para las convenciones nacionales.
Han sido especialmente reveladores los discursos pronunciados por McCain y Clinton al conocer sus respectivas victorias en estas primarias. John se ha dirigido a la nación desde el Crowne Plaza, en Nashua, entre gritos entusiastas de “Mac is back” y “USA!” “USA!”, declarando con un tono solemne: “Esta noche hemos dado un paso, pero sólo el primer paso, para reparar las políticas imperfectas del pasado y restaurar la confianza del pueblo americano en su Gobierno«. Brillante.
Las primarias de New Hampshire nos dejan una señal inequívoca. John McCain es un candidato duro de pelar, sólido, mantiene sus expectativas intactas y se convierte en un rival difícil para Mitt Romney, con una demostración de liderazgo.
Señoras y señores lectores, las espadas siguen en alto.