La Vieja Catedral de San Patricio, ubicada en el 263 de Mulberry Street, en el corazón de Little Italy (la Pequeña Italia), en la parte sur de la isla de Manhattan, es oficialmente la primera Basílica de la ciudad de Nueva York, desde el pasado 5 de diciembre.
Desde su fundación, en 1809, la iglesia, que cuenta con un altar de mármol y una bóveda de 26 metros, ha sido un centro espiritual para los católicos en Nueva York y un lugar simbólico de la fe estadounidense. Entre sus famosos feligreses destaca el director de cine Martin Scorsese, quien de niño sirvió de monaguillo. En su película Mean Streets rinde homenaje a la iglesia y en Pandillas de NY, la emplea de telón de fondo para recrear la congregación de tres mil católicos que convocó en las calles en 1844 el arzobispo John Hughes para enfrentar hordas de protestantes.
Además, Francis Ford Coppola también eligió el hermoso santuario de la Vieja Catedral de San Patricio para contrastar con secuencias paralelas distintos asesinatos con música de opera en su película El Padrino III.

Doscientos años de historia encierra esta catedral, que se inician con Pierre Toussaint, un esclavo haitiano  que donó dinero para edificarla y que hoy es Santo Patrono de los Peluqueros. El fugitivo revolucionario francés John Duvois, que es el único arzobispo de la iglesia que no es de origen irlandés, fue enterrado debajo de las escaleras para que la gente pueda caminar sobre él. El tradicional desfile de San Patricio se originó aquí y después se trasladó a la nueva Catedral de la Quinta Avenida.
El ascenso de esta histórica iglesia al estatus de Basílica, otorgado en marzo de 2010 por el Papa Benedicto XVI, es una expresión de su historia y del papel que desempeña en la comunidad, y la reconoce como la parroquia-hogar del Santo Padre, dentro de la archidiócesis de Nueva York.
Monseñor Sakano, al mando de la iglesia, anhela poder hacer las reparaciones que son necesarias, como restaurar el legendario  muro de cuatro metros que protegía a los católicos de los ataques de los protestantes. Es uno de los objetivos en este 2011 y para recabar fondos planea abrir las criptas que están interconectadas con pasillos subterráneos en forma de laberinto y realizar visitas guiadas.
Una buena oportunidad para conocer mejor la Vieja Catedral de San Patricio, que forma parte de la historia de la ciudad de Nueva York.