Clubs de lectura
Leer es una de las actividades de ocio en la que más se disfruta en soledad, pero también hay fórmulas para compartir con los demás: los clubs de lectura. Siempre han existido y ahora están viviendo una nueva época dorada. La gente se reúne en un ambiente acogedor que propicia la lectura compartida y la conversación distendida sobre el argumento de los libros.
Los miembros de los clubs de lectura se reúnen de forma periódica y los hay para todos los gustos: en los que sólo se aceptan mujeres, en los que sólo se aceptan hombres, para hablar de novelas de misterio, históricas, etc, de literatura clásica o bestsellers. Incluso hay clubs en Estados Unidos en los que los lectores se disfrazan para ambientar mejor las tertulias.
La dinámica de estas reuniones de lectores apasionados es sencilla: se encuentran en fechas acordadas durante un tiempo que puede variar, según la obra que vaya a leerse o debatirse, con la guía de un líder del grupo y a veces también con la presencia del autor como invitado especial.
Un club de lectura es enriquecedor desde muchas perspectivas, ofrece diferentes visiones de una misma obra y propicia las relaciones sociales y amistosas. Estos grupos de lectura y debate hacen posible conocer nuevos libros y autores recomendados por los miembros del club, incentivan la lectura y la forja de nuevas amistades. Además, se convierten en excelentes prescriptores literarios y en un apoyo excelente para los autores, que ven cómo sus libros son recomendados por lectores habituales, y eso permite aumentar las ventas y generar opiniones positivas.
Los lectores que frecuentan los clubs de lectura se convierten así en aliados inesperados de autores y librerías. Son puntos de encuentro de gran valor literario, pero no reciben apenas apoyos o atención mediática.
En Estados Unidos los clubs de lectura son importantes social y culturalmente, con una gran influencia, pero no sucede lo mismo en países como España o México, donde apenas tienen relevancia fuera de su ámbito cercano.
Por ejemplo, la librería McNally, en Nueva York, tiene un potente club de lectura que la mantiene en la lista de las más importantes y visitadas de la ciudad. ¿Cuántos clubes similares hay en las librerías españolas? Se necesitan este tipo de clubs para fomentar la lectura, construir buenos críticos y hacer de todo ello un acontecimiento vivo y enriquecedor.