El ciclo de noticias positivas se ha acelerado a medida que la transición presidencial avanza en Estados Unidos hacia el segundo mandato de Donald Trump. Veamos algunas de las más destacas de estos últimos días. Lo primero, la propia transición es protagonista porque Trump no utilizará fondos de los contribuyentes para cubrir los costes relacionados con este proceso, manteniéndose en consonancia con su compromiso electoral de ahorrar el dinero ganado con esfuerzo por los contribuyentes.
Las confirmaciones de los candidatos propuestos por Trump para su gabinete se calientan. El candidato a secretario de defensa, Peter Hegseth, está reuniendo un fuerte apoyo de senadores republicanos decisivos a pesar de la campaña de desprestigio que intenta descarrilar su nominación. Senadores influyentes como Thune, Wicker y Graham, entre otros muchos, lo han respaldado en las últimas horas frente al ataque de los medios y de senadoras RINOs como Collins, Ernst y Murkowski. Peter Hegseth se mantiene firme en su candidatura, dispuesto a pelear por la confirmación con el apoyo de Trump.
Por otra parte, el optimismo está creciendo en Estados Unidos después de la aplastante victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris; de acuerdo a las encuestas, el 41% de los estadounidenses se sienten esperanzados sobre su futuro financiero. La elección de Trump ha dado energía tanto a la generación Z como a los baby boomers, con importantes aumentos en el optimismo económico. Incluso el Libro Beige de la Reserva Federal muestra un aumento en la confianza empresarial. La «Edad de Oro» que prometió Trump en campaña está en camino.
La representante por Georgia Marjorie Taylor Greene ha respaldado a Mike Johnson para que permanezca como presidente de la Cámara de Representantes. Esto refleja la unidad dentro del Partido Republicano en torno a Donald Trump y su agenda America First. Esta coordinación entre Trump y el Congreso es fundamental para impulsar las prioridades legislativas del presidente electo en 2025.
Donald Trump está poniendo a punto una serie de medidas audaces que pondrán fin a las políticas “Woke” y eliminará los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) e instaurará un sistema de competencia y méritos. Como parte de sus esfuerzos para limpiar los medios de comunicación de manipuladores y mentirosos, también valora conceder pases oficiales a periodistas y medios independientes a la sala de prensa de la Casa Blanca, con el sano objetivo de que la información real y fidedigna llegue a los ciudadanos.

Algunas de las medidas prioritarias que prepara el presidente electo y su equipo de colaboradores se centran en lograr una nueva edad de oro en Estados Unidos mediante una desregulación rápida, total y completa de la explotación energética estadounidense; el impulso a un auge energético que nos llevará de nuevo a la independencia en esta materia; la eliminación de todas las regulaciones que están estrangulando el crecimiento del empleo y haciendo subir los precios y los costes de la vivienda; cerrar la frontera con un completo plan de seguridad, los inmigrantes con antecedentes criminales, pandilleros y miembros de los cárteles que están degradado las comunidades y ciudades estadounidenses serán deportados de inmediato; se pondrán en marcha planes de paz en Medio Oriente y Ucrania; se establecerá una cooperación fluida con el Congreso para aprobar una reducción fiscal para ciudadanos y empresas; se empezará a drenar el pantano de corrupción gubernamental y las personas incompetentes y desleales que están dañando esta nación serán reemplazadas por quienes priorizan a los ciudadanos y los trabajadores estadounidenses; se buscará de forma activa que el gobierno rinda cuentas al pueblo y que la justicia recupere el estado de derecho vulnerado durante la Administración Biden / Harris. Por ejemplo, el fiscal Jack Smith y su oficina deberán enfrentar severas consecuencias legales, políticas y financieras por su flagrante guerra legal e interferencia electoral, lo que incluirá una investigación penal federal por conspiración contra los derechos según el artículo 241 del Título 18 del Código de los Estados Unidos. Hay que dar ejemplo con quienes coordinaron los ataques legales sin precedentes contra Donald Trump, los partidarios de la manifestación del 6 de enero que protestaron por el fraude electoral de 2020, los pro-vida, los católicos que asisten a la iglesia, los padres que asisten a las juntas escolares y hacen frente a las políticas “woke” y otros defensores de la Constitución. Muchos de ellos deberían ser despedidos y otros acusados, condenados y encarcelados. Se trata de justicia, no de venganza; los recortes de impuestos de Trump se harán permanentes e incluirán el cumplimiento de la promesa de «ningún impuesto a las propinas» hecha por Trump en la campaña electoral y una revisión del límite de la deducción SALT.
Donald Trump trabaja intensamente para lograr que su Administración funcione desde el primer día que entre en la Casa Blanca de nuevo paras implementar su agenda de America First.