Nuevas victorias
Barack Obama ha cosechado nuevas victorias en los caucus demócratas celebrados el sábado, 9 de febrero, en los Estados de Washington, Nebraska y Louisiana. Y no son simples victorias, lo cierto es que ha arrasado a Hillary Clinton, doblando el número de votos, 68% a 32% en Nebraska, 68% a 31% en Washington, y 57% a 36% en Louisiana.
La ventaja de Hillary se queda en menos de treinta delegados y el paseo triunfal que esperaba fueran estas primarias, se ha convertido ya en un calvario para ella. El poder de los Superdelegados se prevé determinante, de seguir así las cosas, en la Convención Demócrata.
Pero ya nada puede ocultar que la pre-candidata Hillary no está a las expectativas de esta dura campaña electoral, su personalidad no llega al electorado como lo hace el entusiasmo de Obama, que ve cada vez más cerca la posible nominación.
En el bando Republicano, Mike Huckabee ha ganado el caucus de Kansas con el 60% de los votos y se lleva sus 36 delegados, y las primarias de Louisiana con un 44%, donde sus 20 delegados quedan pendientes de repartirse al no haber llegado ninguno (John McCain el 42% de los votos), al 50% de votos populares exigido para llevarse todos. El caucus celebrado en Washington está en un 26% para McCain y un 24% para Huckabee, a falta de terminar el escrutinio de votos.
Huckabee no tira la toalla, con la esperanza de meter presión a McCain y jugar un papel decisivo en la Convención Republicana. Por ahora, McCain lleva 719 delegados, Romney (retirado) 286, y Huckabee 234. Aunque el veterano Senador por Arizona lo tiene de cara para alcanzar los necesarios 1191 delegados y llevarse la nominación, no puede dar la espalda a las bases del GOP, que claman por un candidato a Vicepresidente netamente conservador. Cada vez son más las voces internas para que elija a Mitt Romney, Mark Sanford, George Allen o Bobby Jindal, entre otros, como posible compañero de ticket electoral.
Ésa será la batalla que realmente deberá afrontar McCain para conseguir el apoyo total del Partido Republicano y tener opciones de ganar en noviembre. Lo contrario, le pondría a los pies de los caballos de un Obama imparable o una Hillary que movilizará a los suyos. Quizá pueda ganarles de todas formas, McCain es un líder que se crece en la adversidad, pero con el apoyo de las bases lo hará mucho más cómodamente.
Las primarias no han dicho aún su última palabra.