Hispanos conservadores
Uno de los retos más importantes para el Partido Republicano en próximas citas electorales es captar el voto hispano, que va a seguir siendo determinante en las victorias de los candidatos. La mala noticia es que el GOP no está sabiendo capitalizar en las últimas elecciones el enorme yacimiento de votos que tiene en este sector social. La buena noticia es que de acuerdo a una encuesta de McLaughlin, más del 50% de los hispanos votaría por un candidato conservador en unas elecciones y casi un tercio se identifican a sí mismos como conservadores.
Es una evidencia que una gran parte de los hispanos en Estados Unidos comparten valores conservadores, por lo que los candidatos Republicanos tienen una audiencia que sabrá escuchar la defensa de esos valores con simpatía. Es preciso que los próximos candidatos Republicanos hagan llegar sus mensajes con nitidez al público hispano, explicando de forma eficaz por qué las normativas de gasto e impuestos del presidente Barack Obama y el Partido Demócrata están perjudicando a las empresas propiedad de los hispanos, provocando más dificultades para que la economía crezca y pueda crear empleos lejos del dinero público y las injerencias gubernamentales. Es necesario que los candidatos que se presenten en próximas convocatorias expliquen la importancia de crear empleo, tan decisiva para la comunidad hispana, que continúa sufriendo un índice de desempleo cercano a las dos cifras.
Una gran mayoría de hispanos conectan con los ideales conservadores de crear oportunidades mediante la promoción de la libre empresa, que permite a su vez la creación de oportunidades económicas que hacen posible que los hispanos puedan progresar de una forma real en la sociedad norteamericana. Pero hasta ahora es el Partido Demócrata quien logra atraer los votos hispanos, a pesar de que éstos defienden valores conservadores. Si los candidatos consiguen explicar de forma clara las propuestas del GOP, lejos de la discriminación social y económica, entonces veremos cómo un elevado porcentaje de votos irán para el Partido Republicano por pura lógica. Los mensajes conservadores son coherentes con el pensamiento de muchos hispanos, pero es necesario establecer ese puente que conecta a los candidatos con los votantes, que ya se logró establecer en tiempos de Ronald Reagan o George W. Bush.
Uno de esos mensajes que necesita ser bien explicado es por qué el exceso de regulaciones y el incremento de los niveles impositivos afectan de manera drástica a millones de empresarios hispanos de todo el país y, por extensión, a nuestra comunidad. El espíritu empresarial hispano es uno de los más activos, por ejemplo, el índice de crecimiento de las empresas propiedad de hispanos fue el doble del promedio nacional entre 2002 y 2007. Sus intereses, el interés de los hispanos, lo están defendiendo mejor las propuestas conservadoras y de los republicanos, pero la maquinaria de propaganda demócrata anula esa realidad y traslada otra imagen al votante hispano. Recuperar esos votos es una tarea decisiva para volver a los puestos de poder tanto a nivel local como estatal y federal. Y, por descontado, el único camino para recuperar la Casa Blanca en 2016.
Los valores de trabajo duro, autosuficiencia, libre empresa, empleo, emprendimiento, bajos impuestos, familia y mayor libertad individual están en las señas de identidad conservadoras y forman parte inherente del espíritu nacional estadounidense, pero hacer que ese mensaje sea comprendido y asimilado por los votantes es el primer paso para construir ese puente que nos conecte de nuevo con la comunidad hispana y sus aspiraciones; es la clave para construir un futuro más próspero y una sociedad más dinámica y participativa.
El discurso conservador de los candidatos necesita incorporar a los hispanos para alcanzar el éxito, compartimos valores e ideales, es lógico que compartamos las victorias electorales si sabemos apoyarnos los unos en los otros.