América ha vuelto con Donald Trump

El presidente Donald Trump está llevando a cabo políticas de sentido común, tal y como prometió en su campaña electoral, y los ciudadanos estadounidenses se lo recompensan con índices de apoyo y aprobación muy elevados, entre el 50% y el 80% en los diferentes temas que hay planteados actualmente en inmigración, economía, reducción del despilfarro, proceso de paz en curso en Ucrania, aranceles, comercio internacional, etc. Este hecho coincide con que la confianza de los votantes estadounidenses en los medios de comunicación está en su punto más bajo en más de 50 años debido a que se niegan a cubrir la información del presidente Trump con veracidad y continúan mintiendo y manipulando tal y como vienen haciendo durante años. Una circunstancia que no es exclusiva de Estados Unidos, también sucede en países como España, donde la desinformación y las opiniones anti Trump desde una ignorancia absoluta resultan enfermizas.
La realidad es que el pueblo estadounidense nunca ha apoyado tanto al presidente Trump como lo hace hoy. En cada una de sus políticas, si analizamos las encuestas más fiables, la gran mayoría de los estadounidenses las apoya con firmeza.
Entretanto, la presidencia de Trump y la aplicación de su agenda America First avanza imparable, le pese a quien le pese. Para cimentar el liderazgo mundial de Estados Unidos a todos los niveles, su gabinete está trabajando intensamente para cumplir con las decenas de órdenes ejecutivas ya firmadas, y que representan un vuelco completo al desastre heredado de Joe Biden. Una de las medidas más recientes es la creación de una «Reserva Estratégica de Criptomonedas» para convertir al país en líder mundial en bitcoins y criptomonedas importantes, incluidos activos como XRP, SOL y ADA. Esto es coherente con la orden ejecutiva 14178, que cobra un nuevo impulso con la Cumbre de Criptomonedas celebrada en la Casa Blanca el pasado 7 de marzo.
La Reserva Estratégica de Bitcoin se capitalizará con bitcoins propiedad del gobierno federal que hayan sido confiscados como parte de procedimientos de decomiso de activos penales o civiles. Esto significa que no les costará ni un centavo a los contribuyentes. El gobierno de Estados Unidos posee alrededor de 200.000 bitcoins; sin embargo, nunca se ha realizado una auditoría completa. La Orden Ejecutiva de Trump ordena una contabilidad completa de las tenencias de activos digitales del gobierno federal. Estados Unidos no venderá ningún bitcoin depositado en la Reserva y se conservará como reserva de valor. La Reserva es como un Fort Knox digital para la criptomoneda, a menudo llamada “oro digital”. Las ventas prematuras de bitcoins ya han costado a los contribuyentes estadounidenses más de 17.000 millones de dólares en valor perdido. Ahora el gobierno federal tendrá una estrategia para maximizar el valor de sus tenencias. Los secretarios del Tesoro y del Comercio están autorizados a desarrollar estrategias presupuestariamente neutrales para adquirir bitcoins adicionales, siempre que dichas estrategias no tengan costes incrementales para los contribuyentes.
No hay duda de que con el presidente Trump, la economía se está recuperando, la frontera sur está segura y está exponiendo a los que prefieren la guerra a la paz en Ucrania y toda la corrupción que rodea a ese conflicto. Como quedó perfectamente claro en la reunión con Zelensky en el Despacho Oval, el presidente ucraniano prefiere prolongar la guerra y someter al mundo al riesgo de una Tercera Guerra Mundial. Por eso Trump está luchando por alcanzar un acuerdo de paz y hará todo lo posible para ello, pero no se plegará a los caprichos de un tirano corrupto. En ese sentido, el presidente Trump y el vicepresidente JD Vance ofrecieron una acertada defensa del pueblo estadounidense y sus intereses, así como una lección de liderazgo en esta reunión, que ya es un símbolo de la transparencia informativa de esta Administración y la forma combativa en que ambos defendieron a los estadounidenses después de años de ser estafados, abusados, aprovechados y dado por sentado nuestro apoyo frente a Zelensky, al que pusieron en su lugar. El mundo entero pudo ver lo que el presidente y su equipo han visto tras bambalinas al negociar con el equipo del presidente ucraniano, y su negativa a reconocer la realidad pragmática de la situación actual de su país. Trump ha dejado clara su postura: “Me niego a doblegarme ante su próxima guerra interminable en Ucrania. Quiero paz. Ellos quieren dinero y quieren conflicto. Incluso si eso significa llevarnos al borde de la Tercera Guerra Mundial. ¿Quién gana con esto? Unos pocos piratas de las armas ingleses, los europeos no».
Mientras tanto, la economía nacional ocupa buena parte de sus preocupaciones. Por eso, ha creado un Fondo Soberano de Inversión para maximizar la administración de los más de 5 billones de dólares en activos que posee Estados Unidos. Con sus acciones diarias, el presidente Trump está llevando a cabo la restauración de la democracia más importante en más de un siglo, devolviendo el poder al pueblo y cumpliendo sus promesas. Trump está empezando su labor de unificación de Estados Unidos vía el éxito compartido y eso se refleja en los crecientes apoyos ciudadanos. Al reducir el déficit, impulsar el crecimiento, aumentar la seguridad y la producción de petróleo y gas, finalmente liberaremos el verdadero potencial de Estados Unidos, la prosperidad y la independencia energética.
Lo vemos ya en algunos datos, por ejemplo, en el sector manufacturero, que se expande por primera vez en más de dos años a medida que aumenta la confianza empresarial. Durante el último año, la Administración Biden vio una pérdida de más de 110.000 empleos manufactureros 9.000 empleos cada mes. Durante el primer mes de Trump en el cargo, no sólo se ha detenido este colapso, sino que hemos comenzado a revertirlo rápidamente y a obtener importantes ganancias. En concreto, 20.000 nuevos empleos en el sector manufacturero y automotriz
Los fabricantes están esperanzados porque las políticas de Trump son más favorables a las empresas. Con su agenda pro-crecimiento, las fábricas están volviendo a funcionar, los empleos están aumentando y los aranceles están protegiendo a la industria estadounidense. Durante los dos últimos años de Biden, uno de cada cuatro empleos creados en Estados Unidos era un empleo gubernamental. Sin embargo, durante el primer mes de la presidencia de Trump, el 93% de todos los empleos creados se produjeron en el sector privado. La crisis de la era Biden ha terminado y Estados Unidos vuelve a trabajar y a funcionar. Prueba de ello es la inversión en Estados Unidos de más de 100.000 millones de dólares del fabricante de chips taiwanés TSMC, que abrirá 5 instalaciones de fabricación de vanguardia en Arizona e impulsará el papel de la Inteligencia Artificial en Estados Unidos; esta inversión de TSMC es importante porque con esa transacción y algunas más que están en trámite, se alcanzará cerca del 40% del mercado de chips. O la nueva inversión de 20.000 millones de dólares por parte del gigante naviero CMA CGM para logística de envío, infraestructura y terminales, lo que creará aproximadamente 10.000 nuevos empleos en Estados Unidos. En total, hasta ahora, son más de 1,7 billones de dólares en inversiones del sector privado que ya ha logrado Trump. Por primera vez en quince meses, el aumento de empleos para los estadounidenses nativos superó el de los trabajadores inmigrantes y extranjeros. El empleo para los trabajadores nativos aumentó en 284.000, mientras que el de los trabajadores nacidos en el extranjero disminuyó en 87.000.
- U.S. President Donald Trump gestures as he delivers a speech to a joint session of Congress, in the House Chamber of the U.S. Capitol in Washington, D.C., U.S., March 4, 2025. REUTERS/Kevin Lamarque
Por su parte, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha informado de un ahorro de 105.000 millones de dólares gracias a la reducción de la burocracia, con el Departamento de Educación y la Agencia de Protección Ambiental a la cabeza de los ahorros. Las medidas de desregulación del presidente Trump supondrán un ahorro de 180.000 millones de dólares para los estadounidenses, en concreto 2.100 dólares para las familias. Este ahorro refleja la búsqueda de la eficiencia por parte de su Administración.
A nivel comercial, destaca esta semana el aumento de los aranceles a la República Popular China al 20% debido a su fracaso a la hora de abordar el problema del tráfico de fentanilo que llega a Estados Unidos. Trump ha expuesto este grave problema e impulsa una política firme que ya se ha sustanciado en la incautación en la frontera sur de suficiente fentanilo para matar a 4.800 millones de personas, lo que representa un aumento del 50% desde 2022. En la frontera norte, en el año fiscal pasado se incautó suficiente fentanilo para matar a 9.800.000 personas, un 2.050% más que en 2023. Trump simplemente no va a tolerar este tráfico mortal.
La libertad de prensa también avanza y no sólo se ha dado entrada a medios independientes a la sala de prensa de la Casa Blanca, sino que Kari Lake ya ha prestado juramento como directora de Voice of America para ayudar al presidente Trump a desmantelar la operación globalista de noticias falsas y manipulación informativa. La ex candidata a gobernadora de Arizona dirigirá un equipo de unas 1.000 personas.
El regreso de Donald Trump al escenario mundial ha inspirado optimismo y estabilidad, crea nuevas oportunidades para la paz y la prosperidad, enfatiza una renovada fortaleza basada en los valores conservadores compartidos. Que el ruido mediático y el odio anti Trump no impidan ver la realidad. Estados Unidos tiene la voluntad de seguir siendo el líder mundial más importante y sobrevivir ante los ataques del socialismo. Trump está sabiendo combinar excelentes políticas, esperanza, orden y dignidad para alcanzar un futuro mejor para todos.
Todo ello se vio reflejado en su histórico discurso en la apertura de sesiones del Congreso la pasada semana, en el que quedó patente que está renovando el sueño americano y en el que fue el dueño absoluto del momento. Trump mostró por qué el pueblo estadounidense lo reeligió por abrumadora mayoría para ocupar el cargo. Por su parte, los demócratas nos recordaron que son el partido del odio y la desunión con su comportamiento vergonzoso, incluso en los instantes de humanidad compartida por todos. Trump demostró con datos que restaurando el sentido común. El discurso del presidente Trump puso de relieve su incansable impulso para lograr la reactivación económica, aumentar la seguridad fronteriza y liderar la política exterior. Sus primeros éxitos al conseguir inversiones millonarias para Estados Unidos son una prueba innegable de la «Renovación del Sueño Americano» y su compromiso con la paz, la seguridad, la libertad y la prosperidad. Trump se mostró en su discurso fuerte, ingenioso, presidencial y enérgico. Mantuvo en todo momento el control narrativo y se mostró sencillo, pero orgulloso de los muchos logros obtenidos en poco más de un mes.
De acuerdo a la encuesta de la cadena de TV CBS y You Gov, el discurso del presidente Trump ante el Congreso tuvo una aprobación elevada del 76% entre los ciudadanos. Por temas, obtuvo las siguientes aprobaciones:
Recorte del despilfarro del gobierno:77%
Inmigración y frontera: 77%
Ucrania y Rusia: 73%
Aranceles: 65%
Los grandes medios y buena parte de la prensa, el Partido Demócrata y otros izquierdistas sumidos en la ignorancia, están completamente desconectados del pueblo estadounidense. El pueblo estadounidense y el mundo entero vieron al presidente Trump exponer cómo está renovando el sueño americano y a los estadounidenses les encantó lo que escucharon. El presidente Trump nunca ha sido más popular que ahora.
Su inspirador discurso no fue para los grandes medios de comunicación, sino para el pueblo estadounidense. La forma en que se comportaron los demócratas fue poco seria y vergonzosa. El contraste entre la visión de futuro optimista de Trump y sus rabietas y odio quedaron a la vista de todo el país y del mundo. Trump no pudo resumirlo mejor: América ha vuelto.