Visado de empresario
Históricamente, Estados Unidos ha sido un polo de atracción poderoso para el talento internacional, que siempre ha contribuido de forma significativa al progreso en este país. En medio de un panorama cada vez más competitivo surge ahora una iniciativa de carácter bipartidista y con una visión a largo plazo que beneficiará la creación de riqueza y oportunidades. Se trata de un visado especial para empresarios extranjeros, que está ultimando el Senado estadounidense, y que podría facilitar la entrada de éstos de forma regulada y en inmejorables condiciones.
Su entrada en vigor tiene tal importancia que una de sus consecuencias sería la creación de hasta 1,6 millones de nuevos empleos en los próximos diez años, de acuerdo a las conclusiones de un informe publicado por la Fundación Kauffman, que basándose en las empresas y con los datos de las tasas de empleo extraídos del censo norteamericano, calcula que la puesta en marcha de esta propuesta de ley para aprobar un visado para empresarios facilitaría la entrega de unos 75.000 visados anuales de este tipo.
Ahora que la reforma migratoria está en cauces de formalizarse, es el momento adecuado de complementar la reforma legislativa con un nuevo visado destinado a los miles de potenciales empresarios nacidos en el extranjero y que ya están en el país, en concreto los que desean impulsar empresas de tecnología, ingeniería u otras en sectores vitales, así como para los que deseen venir a este país.
La puesta en marcha de este visado es un ejemplo destacado de cómo se puede trabajar conjuntamente desde el ámbito político para aprobar medidas que favorezcan al país, ya que fue introducida por el exsenador John Kerry, demócrata de Massachussets, y Richard Lugar, republicano de Indiana. El proyecto exigiría al beneficiario del visado una iniciativa empresarial que implique la contratación de dos empleados a tiempo completo el primer año y cinco empleados a tiempo completo en cuatro años.
Las leyes de inmigración norteamericanas necesitan adaptarse con rapidez para permitir la entrada a extranjeros altamente cualificados que quieren poner en marcha una empresa en los Estados Unidos, algo que beneficiaría claramente a nuestra economía. Además, esta medida favorecería a todos esos extranjeros que trabajan en casi la mitad de las nuevas empresas creadas, al menos uno en cada una de ellas; un dato referido a las empresas Start-Up de Silicon Valley, donde se juega en gran medida el potencial de crecimiento y creación de riqueza para Estados Unidos en estos próximos años, por lo que este visado sería en última instancia una medida estratégica que afectaría positivamente a la seguridad nacional y el fortalecimiento de nuestro PIB.