Trump, el Partido Republicano y los hispanos
Donald Trump ha revolucionado la tendencia de voto de los hispanos, que cada vez más se inclinan por votar al Partido Republicano y a los candidatos conservadores en línea con las convicciones de esta comunidad con creciente influencia política y social. Lo puso de relieve en las elecciones de 2020, cuando obtuvo 14 puntos más entre los votantes hispanos que en 2016 y alcanzó el 41% de sus votos. Datos incluso más altos en estados como Florida, por ejemplo, donde ganó el 45% del voto hispano y el aumento de su porcentaje de voto en un 26,8% en 17 condados de Texas. El resultado es un giro profundo en la divulgación orientada hacia los hispanos.
Trump está orgulloso de los avances que sus mensajes y su agenda política MAGA ha hecho entre la comunidad hispana. Ahora, se enfoca en redoblar esos esfuerzos de comunicación para llegar a más ciudadanos hispanos. Los resultados avalan esta estrategia que algunos asesores defendemos como la adecuada para obtener las mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado en 2022 y regresar a la Casa Blanca en 2024.
Lo vemos claramente con algunos datos significativos: en las elecciones de 2020, los republicanos cambiaron varios distritos de la Cámara al conseguir los votos de ciudadanos que los demócratas daban por sentados como votantes demócratas, y que en realidad votaron republicano. En cada una de esas derrotas demócratas, que fueron más de una docena en total, el candidato republicano que prevaleció fue una mujer, un hispano o un veterano de guerra. Lo importante para Trump es que un bloque de votantes decisivos en particular, los hispanos, se inclinó por votar a los republicanos defensores de las políticas America First en distritos clave, algo que permitió que Tony González prevaleciera en Texas, Mike García ganara en California, María Elvira Salazar y Carlos Giménez cambiaran los escaños en Florida, y Nicole Malliotakis ganara en Nueva York.
Actualmente, tenemos a 69 candidatos republicanos hispanos que se presentan para el Congreso. En el último ciclo, más del 25% de los escaños que pasaron de azul a rojo fueron cambiados por republicanos hispanos.
Mientras este hecho histórico sucedía, el presidente Trump aumentó su participación en el voto hispano en un diez por ciento. Un avance considerable que sigue aumentando a fecha actual a medida que los hispanos ven alarmados las políticas demenciales y desastrosas de la Administración Biden y de los demócratas allí donde gobiernan.
Bajo el liderazgo de Trump, el Partido Republicano es más aliado de la comunidad hispana de lo que nunca ha sido. Se están abriendo centros comunitarios hispanos en lugares estratégicos para transmitir los mensajes directamente a los votantes allí donde viven y con los temas que les importan. Por ejemplo, en Milwaukee, Wisconsin. Ya hay previstos abrir más en Doral, Florida; en San Antonio y McAllen, Texas; y en otras ciudades. Se busca conectar con las comunidades hispanas al hablar con los votantes en sus propios vecindarios y mostrarles un compromiso que dura más que un ciclo electoral. Es palabra de Trump, y los votantes saben que Trump cumple sus promesas.
El Partido Republicano y en concreto los candidatos MAGA que respalda Trump, están comprometidos con valorar las voces hispanas que marcan la diferencia en las comunidades de todo el país. Con esta estrategia de autenticidad, estamos asistiendo a un aumento del apoyo republicano entre los hispanos a medida que continúan rechazando la agenda socialista de los demócratas y vuelven a mirar con otros ojos a Trump y sus candidatos.
Para responder a esta esperanza que muchos hispanos están poniendo en Trump y en los conservadores, el Partido Republicano está preparando material audiovisual de alto impacto, como el vídeo titulado «Free of Fear», en el que varios miembros del partido comparten cómo la divulgación hispana y los problemas que afectan a sus comunidades no son sólo políticos, sino que es algo personal para ellos y sus familias.
Hay un creciente número de hispanos republicanos en altos cargos que exponen sus vidas y trayectorias profesionales como ejemplo de lo que los valores conservadores han conseguido para ellos y sus familias. Muchos proceden de la inmigración cubana, venezolana, colombiana, dominicana, ecuatoriana, mejicana y española, entre otros países. Al personalizar y humanizar las historias, los mensajes de Trump y de los candidatos MAGA del Partido Republicano están llegando a más y más votantes hispanos y consiguiendo su apoyo.
Este video «Free of Fear» es parte del reciente aumento en el uso de historias personales por parte del Partido Republicano para comunicar las prioridades del partido, un área en la que los demócratas suelen liderar con historias que llegan al corazón, mientras que los republicanos tradicionales eran más propensos a hablar con la cabeza, recitando números y estadísticas en apoyo de sus políticas. Eso, gracias a Trump y sus más leales e inteligentes asesores, está cambiando.
Otro grupo de especial interés para Trump y los conservadores es el de los veteranos de guerra, entre los que el apoyo es mayoritario. Para conservarlo y aumentarlo, también se están lanzando iniciativas similares, como la serie de videos titulada: “Not In Vain” («No en vano») con la participación de los veteranos republicanos en el Congreso, que contaron historias sobre su tiempo en Afganistán, el pueblo afgano y la valentía de los miembros del servicio de Estados Unidos.
Durante mucho tiempo, los republicanos dieron por perdido ganarse el corazón de los ciudadanos con historias humanas. Trump está cambiando esto y los datos de apoyo de los votantes le dan la razón. El uso de contenido nuevo en vídeo con historias profundamente humanas está derrotando ya a los demócratas en el corazón de los votantes. Nuevos líderes conservadores y trabajadores electorales pro Trump ya están tomando posiciones en 65 condados clave por todo el país y en estados decisivos como Florida, Georgia, Arizona, Carolina del Norte, Pennsylvania, Michigan y Wisconsin.
A día de hoy, los republicanos siguen a los demócratas en el apoyo de los hispanos a nivel nacional en sólo un 5% (el 43% frente a al 48%) en una papeleta de voto genérica. Una distancia que se acorta a medida que Trump despliega su encanto y políticas America First.
Mientras tanto, Biden y sus demócratas radicales de izquierda se empeñan en publicitar políticas socialistas que a la mayoría de los ciudadanos no les gustan, ni siquiera a muchos de sus políticos y votantes.
Lo vemos con sus luchas internas por el proyecto de ley de gasto social de 3.5 billones de dólares y el paquete de infraestructura de 1.2 billones de dólares. Los ciudadanos, incluidos buena parte de los votantes demócratas, están enfadados con la forma en que Biden y los legisladores demócratas quieren llevar al país a la bancarrota, aumentar nuestros impuestos y malgastar nuestro dinero en políticas desastrosas y divisivas, como la financiación de los planes radicales sobre el cambio climático, la teoría crítica de la raza, y la expansión de beneficios sociales sin precedentes, entre otras. Los gastos multimillonarios que proponen Biden y sus demócratas de ultra izquierda han dividido ya al Partido Demócrata y está dando más apoyos a Trump y a los candidatos MAGA conservadores y defensores de políticas sensatas. Demócratas moderados como los senadores Joe Manchin, Krysten Joe Manchin, Krysten Sinema, y con influencia social como la ex congresista Tulsie Gabbard, ya han dado la voz de alarma sobre tanto despropósito. Todos sabemos, demócratas y republicanos, que esa enorme cifra de gastos es sólo una estimación que oculta el coste real de estos prespuestos, que podrían superar los 5 o 6 billones de dólares, según reconoce el propio Comité para un Presupuesto Federal Responsable, de carácter no partidista, entre otras instituciones, que ven las majaderías de Biden con horror y a punto del soponcio. No es de extrañar porque pueden dejar en herencia 30 billones de dólares de deuda que endosarán a las próximas generaciones como regalo envenenado.
La estrategia de Trump, aparte de denunciar todo esto día sí y día también, es preparar a sus bases conservadoras para que participen y se impliquen en la política local, algo que será crucial para frenar las políticas demócratas y hacer posible su regreso a la Casa Blanca. Este regreso ya se prepara con mimo y Trump está impulsando una reconfiguración del futuro gobierno republicano. Se trata de tener preparada a la gente necesaria para ocupar los puestos clave de la Administración cuando salga elegido en 2024 de forma inmediata.
Tal y como coincidimos todos los estrategas y asesores próximos a Trump, su agenda America First se retrasó por los desafíos de llenar rápidamente aproximadamente más de 4.000 puestos para los nombramientos presidenciales en agencias federales y por el tiempo que llevaba el aprendizaje de asuntos políticos por parte de funcionarios y trabajadores independientes que eran nuevos en Washington cuando Trump tomó las riendas del Despacho Oval en 2016.
Para conseguir formar y tener a punto a los trabajadores de la próxima Administración Trump, se ha formado la Asociación de Asistentes Presidenciales Republicanos, con el objetivo de crear recursos para los futuros funcionarios republicanos seleccionados que ocuparán puestos federales. Esto es importante porque hay tantos estatutos y regulaciones, así como políticas departamentales y de agencias, que puede ser abrumador cuando entras por primera vez en la Casa Blanca. De esta inexperiencia de parte del personal se aprovechó el establishment para socavar la primera presidencia de Trump.
Recordemos que Trump a menudo criticaba públicamente a los funcionarios de carrera y a los remanentes de los nombrados políticos de la Administración Obama a quienes veía como obstáculos para su agenda, refiriéndose a ellos colectivamente como el «Estado Profundo». Y lo eran, obstáculos y enemigos declarados.
Ahora, vamos a entrenar equipos previamente seleccionados y preparados para entrar en las agencias federales cuando el próximo presidente republicano asuma el cargo, que muy previsiblemente será Trump. En su mayor parte, se tratarán de personas designadas por el presidente cuyos cargos no requieren la confirmación del Senado.
El objetivo es claro: tener una victoria total en 2022 en el Congreso como preámbulo de una victoria arrolladora en las elecciones presidenciales de 2024. Pero esta vez, a diferencia de 2016, estaremos mucho mejor preparados y tendremos una perspectiva MAGA y políticas MAGA a todos los niveles, no las políticas republicanas estándar. Y entre esas políticas estará la reclamación de 5 billones de dólares a China como compensación y reparaciones por dejar escapar el coronavirus y perjudicar la economía estadounidense y mundial.
En resumen, el entorno de Trump ya trabaja de forma activa para construir una base de personas que pueda estar disponible como un sistema de apoyo para los designados políticos que ingresan por primera vez en la futura Administración Trump.
En esos planes, los hispanos tendrán un rol importante. Ya en 2020, el presidente Trump fue pionero con su Plan Sueño Americano para invertir en las comunidades hispanas mediante la creación de empleos, el apoyo a empresas, y el aumento de becas para estudiantes hispanos, entre otras iniciativas.
En una muy probable candidatura presidencial en 2024 para recuperar la Casa Blanca, la popularidad de Trump entre los hispanos en Estados Unidos será sin duda uno de los factores determinantes.