Empezamos 2015 con una agenda mundial cargada de desafíos inmediatos que Estados Unidos debe atender de forma inaplazable. Con la Administración Obama frente a un Congreso controlado por los republicanos, se abre un período político que concluirá cuando el presidente demócrata desaloje la Casa Blanca. Hasta entonces estos son algunos de los retos que afrontamos en este año recién iniciado:
El Estado Islámico (IS), además de Al Qaeda, ya es uno de los puntos fuertes y prioridades de la política exterior estadounidense. Durante 2015 proseguirá la campaña de bombardeos selectivos y aumentarán las operaciones especiales en tierra para debilitar aún más a ambos grupos yihadistas. Este año habrá una gran ofensiva contra ellos que puede ser determinante en la evolución del conflicto. Seguiremos viendo un incremento de actos yihadistas en Occidente, bien a cargo de «lobo solitarios», comandos organizados, guerrilleros retornados de los conflictos en Irak y Siria, y terroristas que ya se están instruyendo y entrenando dentro de los países occidentales.
La intervención rusa en Ucrania seguirá acaparando los esfuerzos diplomáticos y las presiones económicas. Rusia va a soportar los efectos del petróleo barato y su influencia mundial seguirá menguando. Habrá sorpresa en la región.
Estados Unidos seguirá creciendo económicamente, su hegemonía se va a ver relanzada en 2015, y el papel del dólar a nivel mundial será determinante. La política interna estará condicionada por los decretos de Obama para poder gobernar frente a un Congreso adverso y los movimientos previos a la campaña electoral presidencial de los candidatos que aspirarán a la Casa Blanca y a los que ya toca dar un paso al frente. Candidatos de enorme peso político, como Jeb Bush, Mit Romney, Chris Christie y Scott Walker, aglutinan muchas de las esperanzas de los electores estadounidenses para poner al país en el camino correcto. Veremos acuerdos puntuales entre la Administración Obama y el Congreso.

El papel de Arabia Saudí y los países productores de petróleo cobrará protagonismo este año con sus estrategias para frenar el “fracking” y que éste no siga inundando de petróleo barato el mercado. El nuevo papel de líder energético mundial de Estados Unidos seguirá cambiando el perfil geoestratégico global y afianzando el crecimiento económico estadounidense.
La política en Europa verá en este 2015 el auge de los populismos. Syriza en Grecia y Podemos en España. La situación de Grecia, con otro masivo rescate o su definitiva salida del euro, va a marcar el año en la Unión Europea. Otras elecciones decisivas serán las del Reino Unido, que marcarán la tendencia ideológica en el continente y su relación con la Unión Europea. En España el auge de Podemos pondrá en jaque el bipartidismo. Su posible victoria en las urnas (evitable o no únicamente por las buenas o malas decisiones que tome el Partido Popular en estos meses) añadirá incertidumbre y nuevas perspectivas. Empieza a abrirse un período nuevo en el país, aunque la crisis no abandonará amplias capas sociales y el desempleo estructural requerirá medidas valientes que no parece que nadie esté por la labor de adoptar. El terrorismo yihadista se convertirá en una prioridad ante su avance.
2015 será un año en el que nuevas potencias regionales darán el salto al plano internacional. Los mercados de materias primas protagonizarán el año con movimientos inesperados, el recurso del agua polarizará la atención en algunas zonas, y la asistencia militar, tecnológica y económica de Estados Unidos a los países en desarrollo o que han protagonizado una fuerte expansión (en Asia, África y Latinoamérica), será la clave para que se consoliden como estados viables y democracias estables…o terminen de forma convulsa. El yihadismo y la radicalización islamista van a seguir siendo un peligro real para el mundo, con episodios sangrientos y brotes violentos.

Levantamientos o revueltas sociales tendrán lugar de forma progresiva en países como Venezuela, México, India….Desde China se extenderá un nacionalismo más agresivo con el entorno regional y desacelerará el crecimiento económico.
En 2015 nos esperan nuevas catástrofes naturales con consecuencias trágicas y un nuevo e importante acelerón tecnológico. Seguirán en el objetivo de Estados Unidos el conflicto en Oriente Medio, una distribución de la riqueza más equitativa para eliminar desigualdades económicas en el país, las amenazas cibernéticas a las empresas y a la defensa, y empezará una etapa mundial en la que primarán tres conceptos: liderazgo americano, seguridad, y valores.