La edición actual ha revolucionado el mercado o el mercado ha revolucionado la edición, tanto da porque el resultado es el mismo. Un panorama distinto al de hace sólo diez años. El fenómeno que ha revolucionado el sector editorial es la autopublicación en la era de Amazon y los nuevos proyectos editoriales que permiten a los autores mayor presencia y relevancia en toda la cadena de producción. Los servicios editoriales, desde corrección, maquetación, ilustración, promoción, etc., ya no están únicamente al servicio de las grandes editoriales sino que cualquier autor o editorial, por pequeña y modesta que sea, puede hacer uso de los mejores profesionales y editar con la misma calidad que una editorial de prestigio.
Esto es lo que ha abierto el mercado a nuevas voces narrativas y proyectos editoriales innovadores. Es cierto que entre los autopublicados, sobre todo en Amazon y otras editoriales de coedición, sigue habiendo mucha mediocridad, pero también la hay entre los libros que editan las grandes editoriales, y es una realidad que han visto la luz excelentes escritores y obras con ese sistema de autoedición. Hoy, muchas editoriales de prestigio ponen su mirada en el mercado de autopublicación y de editoriales pequeñas o medianas que están publicando a buenos escritores para ficharlos para sus sellos y aprovechar el tirón comercial de muchos de ellos. Tirón que, por cierto, no tienen sus propios autores, ésos que miman y promocionan con denuedo.
La existencia de plataformas de autopublicación, servicios editoriales externos y proyectos editoriales autónomos altamente especializados están permitiendo la afluencia al mercado de autores y obras de calidad que de otra manera jamás habrían llegado a los lectores.

Actualmente, todos debemos hacer un ejercicio de honestidad y alejar el prejuicio sobre este tipo de edición, que va a más y ya se tutea con la edición de las grandes editoriales por derecho propio. Es posible encontrar autores extraordinarios y novelas de impecable calidad entre los autopublicados mediante diferentes fórmulas. No todos aguantarán el ritmo competitivo del mercado ni desarrollarán una carrera literaria de éxito, pero esto tampoco es hoy día garantía desde una editorial grande. El favor de los lectores es la única clave.
Sin lugar a dudas, el mercado de autopublicación actual es el gran nicho donde encontrar talento y buenas lecturas. El mercado editorial tradicional pone sus ojos en estas obras porque son las que los lectores reclaman con más interés. Más que nunca la edición se ha democratizado, ya no corresponde a un reducido grupo de esnobs intelectuales o cicateros directivos qué se publica y qué no. Es el cambio más profundo que ha experimentado la edición y afecta directamente a los escritores y a la capacidad de decisión de los lectores, que se convierten así en los dos eslabones esenciales en la cadena editorial y el mercado del libro.

Frente a los exiguos derechos de autor que ofrecen las grandes editoriales, en torno al 10%, se alzan los retornos del 70%, el 80%, el 90% e incluso el 100% mucho más justos de las fórmulas de autopublicación y de edición mediante servicios editoriales externos, y que están atrayendo cada vez más no sólo a autores noveles sino a escritores ya consagrados y publicados que ven en estas fórmulas una manera más rentable de dedicarse a la profesión y no aguantar a estúpidos ejecutivos sin idea de literatura o entrometidas de distinta calaña en la cadena de producción con sus propios prejuicios a cuestas. Unas fórmulas que les hacen más libres y autónomos en su carrera literaria.
Cuando un libro es sometido a manos profesionales y sale al mercado, ya sea con un sello editorial importante, una plataforma de aupublicación o un sello independiente, el lector está encontrando un producto de calidad. La demanda de autores que se gestionan a sí mismos es ya una realidad que crece a pasos agigantados. Es la nueva realidad de la edición actual. La independencia creativa del autor en este nuevo entorno, el control del proceso de edición y promoción, y la obtención de unos ingresos más elevados son ventajas no desdeñables a las que muchos escritores no vamos a renunciar.
Las demandas de los lectores han evolucionado y están favoreciendo claramente la expansión de este nuevo tipo de edición, de igual calidad, pero más justo, equitativo y ágil. Toda la cadena editorial ha cambiado, aunque algunos dinosaurios del sector aún no se han enterado y siguen anclados en tiempos pretéritos.
Mientras tanto, todo sigue cambiado y el escritor se alza como el verdadero eje del sector editorial.