El Plan de Trump para solucionar el problema de los homeless
Uno de los problemas de los Estados Unidos al que pocas veces se presta atención es el de los sin hogar (homeless), que rondan los 500.000. Donald Trump quiere afrontar este drama humano con un plan para combatir la falta de vivienda en las ciudades del país y poner fin a la epidemia de personas sin hogar. Su declaración de intenciones está cargada de razón: “Por una pequeña fracción de lo que gastamos en Ucrania, podríamos cuidar de todos los veteranos sin hogar en Estados Unidos”.
Esto es correcto. Y es que muchas de las personas sin hogar son veteranos golpeados por circunstancias difíciles. El plan de Trump pivota sobre estos puntos:
-Arrestar a los infractores.
-Reorientar la ayuda económica que se destina a Ucrania hacia los homeless.
-Reducir la inmigración ilegal no cualificada.
Un problema tan acuciante como el de los sin hogar, que crece a pasos agigantados en todas las ciudades del país, pero sobre todo en las gobernadas por los demócratas, necesita de medidas urgentes. Sólo Trump está afrontando este inmenso desafío. Es evidente para todos que las grandes ciudades estadounidenses se han vuelto inhabitables en gran medida, auténticas pesadillas sociales dominadas por miles de personas sin hogar, drogadictos y enfermos mentales que se enfurecen con violencia y de forma peligrosa, poniendo a los ciudadanos en riesgo. Las personas sin hogar mentalmente enfermas o adictas no tienen derecho a convertir cada parque y calle en un lugar para que ellos las ocupen y donde consuman drogas o practiquen violencia.
Las que una vez fueron ciudades limpias y habitables, se han convertido en un sumidero de desechos y homeless. En los últimos diez años este problema se ha agudizado y empeorado la salud urbana. Las prioridades del plan de Trump contemplan los derechos y la seguridad de los ciudadanos trabajadores y respetuosos de la ley que hacen que nuestra sociedad funcione. Su compromiso cuando regrese a la Casa Blanca, es utilizar todas las herramientas y autoridades necesarias para sacar a las personas sin hogar de las calles y solucionar este problema. La intensión de Trump es proporcionar cuidados a los homeless, pero sacándolos de las calles. Realmente no hay nada compasivo en dejar que estas personas vivan en la suciedad y la miseria en lugar de obtener la ayuda que necesitan. Es necesario disponer de profesionales que los ayuden.
No sólo con el dinero que se destina a Ucrania se les puede ayudar, sino también con todo el presupuesto que ahorraremos al poner fin a la inmigración masiva y no cualificada, de modo que estaremos en disposición de abordar esta crisis en el interior del país. La estrategia de Trump incluye trabajar con los estados, prohibir los campamentos urbanos siempre que sea posible y arrestar a los infractores de estas prohibiciones, a los que se dará la opción de aceptar tratamiento y servicios si están dispuestos a ser rehabilitados. Es cierto que muchos de ellos no quieren eso, pero se les dará la opción. Para aquellos que necesitan y acepen la ayuda, Trump planea abrir grandes parcelas de tierra barata, contratar médicos, psiquiatras, trabajadores sociales y especialistas en rehabilitación de drogas, y crear 10 ciudades donde se pueda reubicar a las personas sin hogar e identificar sus problemas para su posterior tratamiento.
Este plan es necesario si no queremos que las ciudades estadounidenses se conviertan en pesadillas insalubres e inhabitables. Esta estrategia será mucho mejor y menos costosa que gastar grandes sumas de dinero de los contribuyentes para alojar a personas sin hogar en hoteles u otras instalaciones sin abordar sus problemas subyacentes.
Así es como Trump terminará con el flagelo de la falta de vivienda y hará que las ciudades vuelvan a estar limpias y seguras una vez más. No es una tarea fácil, pero al menos Trump tiene la voluntad de abordar esta crisis de personas sin hogar y está decidido a intentarlo. Quiere recuperar Estados Unidos y hacer que sus ciudades vuelvan a ser habitables.