Otro discurso presidencial de Trump
Cuando Joe Biden pronunció su discurso de odio contra los votantes de Trump y dijo aquella barbaridad de que: “Donald Trump y los republicanos de MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra propia república”, llevó a Estados Unidos a uno de los puntos más bajos y oscuros en su historia. Sin embargo, la esperanza se abre camino una vez más de la mano de Donald Trump, que lidera el movimiento conservador MAGA con brío y energía inagotable.
Unos días después de las palabras impregnadas de tiranía de Biden, Trump se subió al escenario del Mohegan Sun Arena en Casey Plaza para celebrar otro mitin de Save America en Wilkes-Barre Township, Pennsylvania, ante más de 10.000 personas y varios millones más de telespectadores por TV y redes sociales. Era el primer discurso público de Trump después de la anticonstitucional redada en su residencia de Mar-a-Lago y tenía ganas de dar lo mejor de sí mismo.
Trump ofreció otro discurso histórico, valiente, enérgico, esperanzador y optimista. Un discurso verdaderamente presidencial y unificador. Sus palabras demostraron de nuevo que él representa el alma de la nación e hizo una declaración poderosa e inspiradora con serenidad y firmeza: «No nos doblegaremos, no nos romperemos, no cederemos, nunca nos rendiremos, nunca nos rendiremos, nunca jamás retrocederemos ni nunca, nunca caeremos».
Era acertado que hablara así en Pennsylvania, donde se produjo uno de los mayores fraudes en las elecciones de 2020. ¿Recuerdan cuando el presidente Trump ganaba en Pennsylvania por 795.000 votos de diferencia en la noche de las elecciones? Luego los demócratas cerraron las puertas de las salas de escrutinio y sacaron de la chistera de los fraudes más de un millón de votos en cinco días para robar los votos electorales del estado.
Si vamos a recuperar y salvar el país, esa es una tarea que debe cimentarse en Pennsylvania para que la victoria nacional sea tan fuerte y duradera como el acero del estado. Por ello, Trump apoyó con su presencia a los tres candidatos que respaldó, que ganaron sus primarias del Partido Republicano y que disputarán las elecciones midterm en noviembre: Doug Mastriano para gobernador, Dr. Mehmet Oz para el Senado y Carrie Lewis DelRosso para el Distrito 33 de la Cámara de Representantes.
A medida que la carrera electoral aumenta con el cierre de la temporada de vacaciones de verano, Trump acelera su presencia y contacto directo con los votantes. Este mitin en concreto ha servido para que hiciera una serie de declaraciones clave, tales como: “Están tratando de silenciarme y, lo que es más importante, están tratando de silenciarlos a ustedes, pero no seremos silenciados”.
Trump marca distancias con el discurso de Biden, en el que dos días antes menospreció a los «republicanos MAGA» como una amenaza para la democracia de la nación, y ofreció un renovado optimismo y libertad de expresión a los ciudadanos en un momento decisivo. Sus palabras movilizaron a los asistentes, que lo aclamaron mientras les decía: «Estamos liderando las encuestas por números récord, así que es posible que tenga que postularme de nuevo». La gente estalló en vítores y se puso de pie, aplaudiendo y mostrando un abrumador apoyo a su candidatura presidencial para 2024.
Trump fue una vez más la voz de millones de estadounidenses al criticar el discurso anti-MAGA de Biden y lo señaló de forma acertada como el más «despiadado» jamás pronunciado por un presidente estadounidense, y al propio Biden como “el enemigo del estado”. Sus palabras no dejaron lugar a dudas: “Esta semana, Joe Biden vino a Filadelfia para dar el discurso más vicioso, odioso y divisivo jamás pronunciado por un presidente estadounidense. Vilipendió a 75 millones de ciudadanos, más otros probablemente 75 a 150 millones, si queremos ser precisos al respecto, como amenazas a la democracia y enemigos del estado”. “Él es un enemigo del estado, si quieren saber la verdad. El enemigo del Estado es él y el grupo que lo controla”. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Trump estuvo muy acertado al denunciar que “el peligro para la democracia proviene de la izquierda radical, no de la derecha” y que «Make America Great Again (MAGA) es, con mucho, el mayor movimiento político en la historia de nuestro país». De forma sencilla dibujó la terrible realidad que afrontamos en Estados Unidos y respaldó los mensajes de los candidatos republicanos llamando a las elecciones un referéndum sobre la inflación vertiginosa, el crimen desenfrenado y la corrupción y el extremismo de la Administración Biden y del Partido Demócrata en manos de la izquierda radical.
Una vez más demostró que los republicanos MAGA están enfocados en los temas que son importantes para las familias y los votantes de todos los orígenes y clase social: integridad electoral, educación, comunidades seguras, economía y empleo.
Trump ha acertado al elegir Pennsylvania para la rentrée de otoño, que continuará con intensidad en Ohio, porque es un campo de batalla electoral decisivo. Precisamente Biden y los demócratas también se han movilizado estas semana para recuperar el estado, ya que saben que Trump sigue siendo enormemente popular y su figura será decisiva en las carreras de los candidatos republicanos.
La capacidad de síntesis y de conectar con la realidad y los ciudadanos de Donald Trump sigue intacta. Lo demostró con un puñado de frases e ideas que reflejan bien la actualidad. Estas fueron algunas de ellas, que no debemos olvidar y que tendrán una gran influencia en la mente de los votantes en las próximas elecciones:
«Convirtieron (los demócratas) a Afganistán en la mayor humillación que ha visto nuestro país…»
«El bicho raro Mark Zuckerberg confesó que en 2020, el FBI fue a Facebook y a los medios de comunicación y les dio la narrativa falsa de que el ordenador portátil del infierno de Hunter Biden era desinformación rusa, aunque sabían que eso no era cierto».
«Fui más duro con Rusia que cualquier presidente por mucho. Soy el que detuvo Nord Stream II, el oleoducto. Soy el que impuso las grandes sanciones. Les garantizo una cosa: Putin NO iba a entrar en Ucrania [si yo fuera presidente]».
«Estamos siendo atacados por el mismo grupo que el FBI y el DOJ, hace sólo unos años, declararon que ningún fiscal razonable acusaría a la ‘corrupta’ Hillary Clinton después de que ella instaló un servidor secreto e ilegal… y luego eliminó, lavado con ácido, 30.000 correos electrónicos».
Sobre la redada del FBI en Mar-a-Lago: «Fue uno de los abusos de poder más impactantes por parte de cualquier Administración en la historia de Estados Unidos… una parodia de la justicia que se burló de las leyes, tradiciones y principios de Estados Unidos ante el mundo entero»
«Vamos a acabar con la carrera política de Nancy Pelosi, la carrera política de Biden. La vamos a acabar. Nuestro país se va al infierno»
“Nuestros niños están cautivos de educadores marxistas desquiciados que están promoviendo material sexual, racial y político inapropiado”.
«Bajo el control demócrata, las calles de nuestras ciudades están empapadas de sangre de víctimas inocentes».
«Creamos la frontera más segura en la historia de los Estados Unidos».
«No fue sólo mi casa la que fue allanada el mes pasado, fueron las esperanzas y los sueños de todos los ciudadanos por los que he estado luchando».
“Biden cree que Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande es malo para nuestro país».
«Su discurso (de Biden) fue de ira y odio. Por cierto, ¡olvidó lo que dijo a la mañana siguiente!»
«Joe Biden vino a Philadelphia, Pennsylvania, para dar el discurso más vicioso, odioso y divisivo jamás pronunciado por un presidente estadounidense».
”Enviaron al FBI a la casa de su oponente político número uno y luego organizaron una
sesión de fotos”.
Los ciudadanos libre pensadores seguimos apoyando a Trump sin fisuras porque ha demostrado en todo este tiempo que tiene razón en todo cuanto dice. No es una opinión, es un hecho verificable e irrefutable. Frente al odio y el desprecio de los demócratas, Trump y sus seguidores somos la mejor esperanza para la democracia, las libertades civiles y para salvar Estados Unidos una vez más.