Victimismo de género
La manipulación y las influencias del lobby ultra feminista han adoptado en todo el mundo una bandera con la que pretende imponer su agenda social: la mal llamada violencia de género o violencia machista, que en realidad no es ninguna de ambas cosas, pero que se acepta como tal por parte de los medios de comunicación y de la sociedad para no quedar en un feo y no desmarcarse de lo políticamente correcto.
Las feministas incluso lo llegan a denominar terrorismo machista, en un intento de levantar mayor escándalo e introducir el tema en las agendas de los gobiernos.
Hay pocas voces que se atrevan a levantar la voz para denunciar tanta tontería junta, por miedo al rechazo social y el deterioro de la imagen personal en un mundo en el que se prima tanto ésta.
La cuestión es que las feministas y los medios que van de su mano presentan los casos de maltrato y asesinato como violencia machista, cuando esto no es así. Se trata siempre de casos de violencia pasional en los que hay víctimas femeninas y masculinas. La cuestión es que los hombres maltratadores no maltratan ni asesinan a las mujeres por ser mujeres, sino por otras razones, casi siempre por problemas surgidos de la convivencia, las relaciones sentimentales, los celos, etc. Iguales razones que llevan a algunas mujeres a asesinar a hombres (aunque en estos casos prima la violencia psicológica hacia los hombres). Nada que ver con que la víctima sea una mujer. Si fuera un robot con sentimientos, los agresores las maltratarían y matarían igualmente. Se trata de crímenes pasionales, motivados por razones mucho más complejas que una simple violencia de género.
Por eso las políticas que se están aplicando en todo el mundo, ya sea en Estados Unidos, España o cualquier otro país, están fracasando en este tema y seguirán fracasando si no se cambia el tratamiento de este problema. Mientras el lobby feminista se empeñe en orientar la solución en medidas que nada tienen que ver con las razones de los maltratos y los crímenes, sólo para implantar su visión de la sociedad a los demás, los crímenes pasionales seguirán produciéndose, y posiblemente más. Una tendencia al alza que ya es una realidad año tras año.
Nunca se ha tratado de machismo, violencia machista, terrorismo machista ni gaitas en vinagre. El maltrato entre hombres y mujeres siempre ha existido y, probablemente, siempre existirá. El maltrato del hombre es físico y el de la mujer psicológico (algo de lo que nunca se habla por parte de las feministas ni de los medios). Y ninguno está relacionado estrictamente con ser hombre o mujer, sino con las relaciones personales, la forma de ser de cada persona, sus reacciones ante diferentes situaciones de pareja y el nivel de agresividad de cada cual.
Pueden seguir hablando de violencia machista e imponiendo medidas sociales absurdas, pero los maltratos y los crímenes seguirán produciéndose. Que nadie se llame a engaño. Mientras no se afronte el tema desde la óptica adecuada, es un problema que seguirá ahí. Al lobby feminista le interesa que siga existiendo porque le ayuda a imponer su agenda. Por eso se empeña en seguir tratando el tema de la misma forma.
Un grave error, como se está comprobando. Cuanto más se enfoque el asunto hacia un victimismo de género, que es lo que hacen las feministas, más víctimas seguirá habiendo. Tan seguro como que antes de que termine usted de leer este artículo habrá alguna víctima más de un crimen pasional en cualquier país.
Como ha pasado toda la vida.