Cualquiera que esté informado acerca de los libros y los ebooks en España, conoce perfectamente el debate que existe en torno al precio de los mismos. Si es justo, son muy caros o están por debajo de lo aceptable.
En lo que respecta a los libros impresos en papel, es evidente que los precios se han congelado en su tramo alto e incluso bajado notablemente. Esto es lógico en un entorno de crisis económica y de mayor competitividad. En lo que respecta a los ebooks, los precios son dispares. Los hay elevados, en un tramo medio y otros tirados por los suelos.
Seamos objetivos con el tema. Los libros en papel tienen unos costes que llevan implícitos y que hacen imposible que baje de determinados precios. Un libro de calidad con un precio de alrededor de 21 o 22 euros no es caro, si tenemos en cuenta todos los costes que implica y la cadena de profesionales que intervienen. Lógicamente a menos calidad, por ejemplo, ediciones de bolsillo, es posible abaratar los costes y, por tanto, los precios.

Los ebooks son otra historia. Aquí las cosas cambian porque los costes son otros. Muchos lectores piensan, equivocadamente, que un ebook no tiene costes y que deben tener unos precios irrisorios (1, 2, 3…dólares o euros). Estos lectores, que pecan de bastante ignorancia y desconocimiento aunque nadie se atreva a decírselo por la imperante corrección política, necesitan saber que hacer un ebook no es gratis ni barato, también conlleva unos costes, cierto que no son los mismos que un libro impreso, pero también hay unos costes de maquetación, coordinación editorial, corrección, ilustración, márgenes de beneficio para las plataformas de venta, distribución, derechos de autor, etc. El debate aquí se suscita porque en España muchos ebooks tienen precios que rondan los 15 euros, incluso más, que es un precio más barato que en papel, pero a mi modo de ver todavía elevado para un ebook, cuyo precio real debería estar situado entre los 4 y los 9 euros. Una media de 6 euros sería un precio de referencia más justo. Por debajo de esos precios no es viable publicar buenos libros. Sí lo es, por supuesto, dar salida a las obras de autores noveles que venden a 0,99 euros, 2 o 3 euros. Pero el lector debe saber que en esos casos al autor no se le paga adecuadamente su trabajo, ni de lejos. Eso es sencillamente tener precios de esclavitud. Y a nadie le gusta ser esclavo. El lector que busca precios reducidos a toda costa necesita comprender que todo tiene un precio adecuado, y si hay calidad de por medio, mucho más. Puede optar por leer autores noveles a esos precios, pero nadie le garantiza que esas novelas sean buenas o estén bien editadas, ya que no pasaron controles de selección ni de calidad y a veces esos libros dejan mucho que desear en cuanto a corrección y otros aspectos. Usar el baremo de precios súper rebajados para todos los demás no es que sea irreal, que lo es, sino que aboca a todo el sector editorial a un empobrecimiento general. Por ese camino se reducen no sólo los precios sino también la calidad.

En este debate sobre los precios hay que tener en cuenta que en libros, ya sean impresos o ebooks, no se puede generalizar y adoptar precios estándar para todos. Por una sencilla razón: no todos los libros son iguales, ni están editados de la misma manera, con la misma calidad o su contenido vale lo mismo. Cuando compras algo, en el precio influye su valor, ya sea un mueble, comida, ropa….En los libros sucede lo mismo. No vale lo mismo un libro de un autor que otro, y eso es algo que debe reflejarse en el precio. Sin olvidar que los ebooks llevan implícitos unos costes propios que también cuentan: la conversión a formato electrónico, la adaptación del diseño de las cubiertas, las inversiones en tecnología que debe realizar la editorial y las plataformas de venta (portales web, librerías online, descarga online,. etc), así como el IVA, que es más elevado que en papel (un 17 por ciento más).
Cierto que los libros impresos no deberían ser mucho más caros de veinte o veintitantos euros, pero los ebooks tampoco pueden costar 1 euro ni tampoco 16. Todo eso es ficticio y con el tiempo desaparecerá para traer precios justos. 22 euros por un libro impreso de calidad es un precio justo y razonable. 4 o 6 euros por un ebook es también lo razonable y lo justo. Todo lo demás son argumentos de ignorantes que desconocen la realidad editorial, deseos imposibles o manipulaciones económicas interesadas. Sí, a veces a mí también me encantaría comprar buenas novedades de grandes autores a 1 dólar (o 1 euro si vive en Europa), pero eso sencillamente no es posible ni rentable. Es como querer comprar un Porsche de ganga. O en el otro extremo querer vender un producto chino mediocre a un precio de alta tecnología americana.

En lo que respecta a Sniper Books, va a seguir publicando en papel y apostando por la calidad y precios justos para todas las partes. Los ebooks, cuando salgan (que no están previstos por ahora), tendrán también precios justos.
Marcar precios por debajo de 6 dólares o euros, sobre todo cuando se tiran por debajo de 2, además de ser irreal, inviable y de que suponga casos de explotación para toda la cadena editorial, desvaloriza el ebook y traslada la falsa imagen al comprador de que no lo vale.
Es hora de poner en valor los libros y el trabajo de escritores, pero también de editores y otros profesionales intervinientes en la cadena, con precios equilibrados y justos. Es algo que comprenderán los buenos lectores, pero hay que realizar una buena tarea didáctica y, sobre todo, adecuar los precios a la realidad. Ni inflarlos por las nubes ni rebajarlos artificialmente por los suelos.