Es, sin duda alguna, uno de los deportes más extraordinarios, exigentes y de belleza plástica que existen. La gimnasia artística lleva a otro nivel los mejores valores del deporte, ya sea en su versión masculina o femenina.
En el mundial que está teniendo lugar en Tokyio (Japón), hemos vuelto a ver ejercicios deslumbrantes que expresan el sacrificio y la voluntad de unos deportistas que hacen honor a ese nombre.
Una de las grandes gestas de estos mundiales la han protagonizado las chicas del equipo de Estados Unidos, que se alzaron con el oro en la final femenina por equipos. Superando todo tipo de dificultades, como la baja de su líder, Alicia Sacramone, y con un equipo plagado de novatas, ellas han demostrado el valor, la tenacidad y la brillantez necesarias para ganar y superar a rusas y chinas, llevándose la medalla de oro. Todas han tenido un mérito especial, empezando por Jordyn Wieber, que se ha cargado al equipo a la espalda y lo ha liderado con su actuación en los cuatro aparatos. Las estadounidenses dominaron los ejercicios de salto y suelo, con sus primeras plazas, fueron segundas en barras asimétricas y terceras en barra de equilibrios. Con una extraordinaria Wieber, de 16 años, que hizo las cuatro rotaciones y acabó con 60.398 puntos. El equipo terminó con una puntuación total de 179.411 puntos, por delante de Rusia, las campeonas el año pasado, y de China, plata y bronce con 175.329 y 172.820 puntos, respectivamente.

Las gimnastas norteamericanas completaron un programa de 32 ejercicios de máximo nivel, llenos de movimientos complicados y rozando la excelencia. Y lo han hecho, se dice pronto, ante las mejores selecciones del mundo, incluidas Rusia y China, y con unos ejercicios clavados al milímetro, sin caídas y apenas fallos en salto, paralelas, barra y suelo, lo que tiene aún más importancia en una final en la que todas las notas, tres por aparato, suman.
El secreto de Estados Unidos ha sido cuidar la base de la gimnasia artística, con una preparación extraordinaria desde la infancia. Por supuesto gran parte del mérito lo tiene también la entrenadora rumana Marta Karolyi, que ya elevó a la fama a la magnífica y recordada Nadia Comaneci, y que hoy ejerce de seleccionadora estadounidense. Un entrenamiento muy exigente en saltos de potro y para fortalecer las piernas, están dando como resultado gimnastas que rozan la perfección y clavan los ejercicios. El otro factor determinante es la confianza ilimitada de estas gimnastas en sus posibilidades, algo que entronca con la voluntad de superación genuinamente estadounidense, que se crece en la adversidad.

Con la baja del capitán del equipo, Alicia Sacramone y de Anna Li, por lesión, y solo una de sus seis gimnastas, Alexandra Raisman, con experiencia de competición en unos Mundiales, el quipo de Estados Unidos ha dado una lección de deporte en estado puro: superación, competitividad y excelencia.
De cara a las Olimpiada de Londres en 2012 la competencia será feroz y las norteamericanas no lo tendrán nada fácil. Para empezar, deberán volver a recuperar la brillantez que un día tuvieron en paralelas y que actualmente está algo en declive, y trabajar algunas debilidades, como la capacidad artística de los ejercicios para que lleguen al espectador con más pasión. Pero esos retos quedan por delante y volverán a concitar la atención de todos para ver si las estadounidenses siguen sorprendiendo al mundo en una de las disciplinas deportivas más exigentes y bellas.

Clasificación 
1. Estados Unidos, 179,411 puntos. El equipo femenino de Estados Unidos: Sabrina Vega, Jordyn Wieber, Alexandra Raisman, Gabrielle Douglas, Mc Kayla Maroney.
2. Rusia, 175,329. El equipo femenino de Rusia: Victoria Komova, Tatiana Nabieva, Anna Dementyeva, Ksenia Afanasyena, Yulia Inshina, Yulia Belokobylskaya.
3. China, 172,820. El equipo femenino de China: Yao Jinnan, Tan Sixin, Sui Lu, Huang Qiushuang, Jiang Yuyuan, He Kexin.
4. Rumania, 172,412.
5. Reino Unido, 169,670.
6. Alemania, 168,479.
7. Japón, 167,122.
8. Australia, 166,739

Por su parte, el equipo español femenino de gimnasia quedó en duodécima posición, sin plaza olímpica directa para Londres 2012, por lo que deberá participar en un preolímpico en enero para obtener plaza. Ana María Izurieta terminó como la mejor de las españolas.