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Entrevista a James Nava para Diario RR.HH

Les dejo la entrevista concedida al Diario RR.HH, un diario digital especializado en recursos humanos, la primera publicación española de esta temática.

P: ¿Cuál es, tras cuatro años de legislatura, la herencia económica y laboral que se lega a sí mismo Barack Obama?

R: Es una herencia muy complicada porque aunque ha logrado una cierta recuperación económica, lo ha hecho a base de endeudarse hasta el infinito, algo que no se puede mantener. Ahora deberá afrontar desafíos tan peliagudos como el llamado ‘fiscal cliff’ (“precipicio fiscal”) y lograr una mayor creación de empleo. Su herencia, al margen de interpretaciones políticas, no tiene discusión. Así, entre junio de 2009 y octubre de 2012, lo cierto es que EE.UU no ha estado en recesión, como es el caso de España y otros países europeos (recesión, depresión, llamémoslo como queramos…desastre económico se acerca bastante a la realidad), y el PIB norteamericano avanzó, de media, el 2,2%. Si nos fijamos en este año, vemos que el crecimiento del tercer trimestre fue del 2%: 1,3% (consumo de hogares, que es el 71% del PIB) y 0,7% (inversión pública en Defensa). Esta es la herencia y ahora el objetivo es evitar el citado precipicio fiscal, es decir un duro recorte del gasto público y fuertes aumentos de impuestos, necesarios para reducir el “techo de deuda”, y que, de producirse, podría restar un 5% anual al PIB, según algunas estimaciones, y eso sí que nos conduciría a la recesión.
En cuanto a la herencia laboral que se ha dejado a sí mismo es esta: desde el fin de la recesión, en estos últimos años, se han creado 5,5 millones de empleos en el sector privado; el empleo en el sector público se ha expandido un 0,8%, creando 22.000 empleos y destruyendo 560.000. Eso nos indica un reajuste importante entre los funcionarios, necesario, es cierto, pero también sangrante porque ha afectado a muchísimas familias de la clase media. Hoy, la tasa de paro es del 7,9%, el mismo porcentaje que en enero de 2009, cuando Obama tomó posesión de la presidencia. En cuanto a empleo, Obama ha logrado crear esos apuntados 5,5 millones de puestos de trabajo, frente a los 3,5 millones que creó Bush en un entorno de recesión y destrucción generalizada de empleo. Por recordar, como ejemplo, sólo en enero de 2009 se destruyeron 818.000 empleos. Esto, unido al crecimiento económico, aunque haya sido modesto, con unas previsiones de crecimiento para 2013 de un 2,2% y unas tasas de creación de empleo previstas en torno a 140.000 empleos al mes, hacen que su herencia no sea tan mala como algunos ven o quieren presentar. Por supuesto si la comparamos con la herencia de los 23 millones de empleos que creó Bill Clinton palidece, pero estamos en otros tiempos con otros factores que hay que tener en cuenta, como los nuevos países emergentes (China, India, Brasil…), mayor deuda y una guerra contra el terrorismo aún abierta.
Es cierto que todo ello se ha basado en políticas de gasto que han aumentado el déficit público en 5 billones de dólares, que no pueden prolongarse y que han colocado al país frente a una deuda billonaria inasumible y con enormes riesgos. Esto es lo que preocupa, con razón, a los republicanos y el hecho de que esa ingente cantidad de dinero no haya servido para crear mucho más empleo y dinamismo económico. Por ejemplo para crear puestos de trabajo para esos 24 millones de americanos que siguen sin un empleo a tiempo completo, como no se ha cansado de recordarle con acierto Mitt Romney en la recién concluida campaña electoral.
Pero a nivel de la economía general y del empleo, lo importante es que el país está en disposición de crecer un 3% en 2014 y se podría mantener estable hasta 2016, con unas tasas de empleo óptimas.

P: Aunque un 8 % de desempleo puede antojarse como un verdadero éxito en España, los estadounidenses no lo entienden del mismo modo… ¿Cuál es la percepción del norteamericano medio frente a la crisis?

R: Es cierto, un 8% de desempleo no está nada mal, el problema es que tanto este dato de empleo como la herencia de revitalización económica que ha dejado Obama son logros muy moderados para los estándares americanos y debe hacer todo lo posible para que el crecimiento se consolide y se expanda sin incrementar el déficit y aumentando la tasa de creación de empleo. Los norteamericanos también están asumiendo que vivimos tiempos distintos al pasado y que las cosas han cambiado definitivamente. Hace dos y tres décadas nunca hubieran reelegido a un presidente con esta tasa de paro. Actualmente sí.
La herencia económica y laboral de Obama ha pesado y mucho en su desgaste, pero curiosamente también en su reelección porque, aunque con luces y sombras, el ciudadano estadounidense siente que tiene futuro y esperanzas. En suma, razones para confiar de nuevo en el demócrata. El ciudadano estadounidense siempre ha sido emprendedor y ve la crisis como una oportunidad para reinventarse y seguir mejorando, compitiendo, produciendo…Sin que esto quite para criticar algunas de las medidas desacertadas que ha tomado Obama en estos últimos cuatro años, en especial no haber sabido aprovechar más el excesivo gasto público. Partiendo de esta situación, Obama se ha propuesto ahora dos objetivos: impulsar la manufactura y las exportaciones norteamericanas, doblando estas últimas en 5 años y creando, así, 2 millones de empleos más en el sector industrial, a través de un nueva red de institutos de manufactura innovadora, así como 100.000 empleos para maestros de matemática y ciencias. Tiene por delante hacer realidad su afirmación de que hay dos millones de «buenos» trabajos que se pueden generar con las asociaciones entre empresas y universidades comunitarias, así como un aumento de empleos si se presiona a China para que cumpla con las reglas del comercio internacional que nivelen el campo para todos. Y ello sin aumentar el déficit, por supuesto.
La sociedad norteamericana también percibe que sus rescates al sector del automóvil en el Medio Oeste salvaron alrededor de un millón de empleos. Esto le ha valido sin ninguna duda la reelección y pone en perspectiva lo importante que es que el ciudadano común sienta que se le ayuda en los momentos difíciles, al margen de los grandes problemas económicos y financieros que muchas veces ni siquiera ellos han ocasionado.
Una buena parte de la sociedad ve también como necesario ayudar en la creación de empleos para los veteranos de las guerras de Afganistán e Irak, que sufren una situación muy complicada. En este sentido, Obama ha puesto en marcha iniciativas interesantes para ayudar a buscar empleo a los veteranos, algo que también le ha rendido buenos frutos electorales.
El reto en empleo es seguir manteniendo la marca y aumentarla, 29 meses consecutivos sin destruir empleo. 170.000 nuevos empleos en octubre. Y que siga la racha, por el bien de todos y del país.

P: Grosso modo, ¿cómo es el sistema de protección del trabajador que existe en Estados Unidos?

R: Las leyes federales y estatales sobre empleo regulan esta protección, según la identidad del gobierno patronal, y es demasiado amplia para sintetizar brevemente. Pero, por poner algunos ejemplos, resumiendo, una parte se organiza mediante sindicatos nacionales afiliados, organizados por oficios o industrias, o bien sindicatos independientes. Gran parte del crecimiento en el número de miembros de los sindicatos en los últimos años se ha producido en el sector público, mientras que los sindicatos del sector privado han visto reducidos sus miembros en términos porcentuales absolutos.
La mayor parte de las negociaciones colectivas se llevan a cabo por sindicatos nacionales o locales, y la sindicalización y negociación colectiva para la mayor parte de los trabajadores del sector privado de los EE.UU se rige por la Ley Nacional de Relaciones del Trabajo, promulgada en 1935. La AFL-CIO es la mayor central federal de sindicatos industriales del país.
Los empleados del gobierno federal tienen derecho de sindicación y negociación colectiva, pero no se les permite la huelga, están sujetos a restricciones en cuanto al alcance de sus negociaciones y su sueldo y las horas de trabajo están fijados por leyes y reglamentos. En el gobierno federal, las relaciones entre el empleador y los empleados están supervisadas por la Junta Federal de Relaciones del Trabajo, que es regida por el Título VII de la Ley de Reforma del Servicio Civil, de 1978, también conocida como Ley de Relaciones Entre Empleador y Empleados en el Servicio Federal.
Los sindicatos de trabajadores del sector público en los planos estatal y municipal se
rigen por leyes laborales en cada uno de los 50 estados. Muchos estados toman
como modelo de sus juntas y leyes a la NLRA y la NLRB, aunque en algunos estados
los empleados públicos no tienen el derecho a ser representados por un sindicato ni
a negociar colectivamente.
Como he dicho antes, la protección de los trabajadores en EE.UU es de competencia del gobierno federal y de los estados. El gobierno federal tiene jurisdicción para regular el comercio entre los estados, los cuales, a su vez, pueden establecer las condiciones aplicables al comercio dentro de sus propios territorios. Muchos estados han promulgado legislación también sobre normas laborales.
La NLRA (Ley Federal de Relaciones Laborales) y la RLA rigen las relaciones obrero-patronales entre la mayor parte de los empleadores y las empresas del sector privado.
En la Ley de Normas Razonables de trabajo (FLSA) de 1938, y sus enmiendas, se disponen restricciones en cuanto al empleo infantil, sueldo mínimo por hora y pago de horas adicionales para los empleados a los que se aplica.
En la Ley de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) de 1970, protege la seguridad y la salud de los trabajadores en el lugar de trabajo. Además, los estados promulgan sus propias leyes sobre salud y seguridad en el trabajo para suplir la legislación federal al respecto, o cuando obtienen la aprobación federal para administrar su propio programa. A través de la Ley Federal Sobre la Seguridad y Salud en las Minas de 1977 se protege la salud y seguridad de los mineros en el lugar de trabajo. La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) es la agencia federal que se encarga de que se apliquen las leyes de seguridad en el trabajo para los empleados.
En los EE.UU los salarios mínimos se fijan a través de leyes estatales y federales, y las horas de trabajo están fijadas por las normas patronales, por acuerdo individual entre patronos y empleados, o por convenio colectivo entre patronos y sindicatos.
Estos años no han faltado los problemas en este ámbito, por ejemplo, los sindicatos de empleados públicos enfrentaron una batalla por su supervivencia en Wisconsin, Ohio y otros estados donde los legisladores republicanos limitaron los derechos de negociar contratos colectivos.
Como ve, no es un tema que se pueda explicar en dos palabras. Pero, sobre todo, sin duda alguna, el sistema de protección mayor se basa en la Seguridad Social, cuyo nombre formal aquí es Programa de Seguros por Discapacidad, Vejez y Supervivencia, que fue creado en 1935, y ha sido uno de los programas más exitosos del gobierno. Ahora afronta retos de financiación, pero sigue siendo la mayor garantía para los ciudadanos. La Seguridad Social está en el corazón de todos los estadounidenses, como pueblo, porque tiene que ver con la libertad, la equidad y la familia, conceptos que tienen sus raíces en los ideales de esta nación, como la libertad y la necesidad de justicia entre generaciones, fortaleciendo a las familias con prestaciones de ayuda a los discapacitados, a las viudas/os y a sus hijos.
Este sistema de protección está basado en cuatro pilares: el seguro, los salarios por empleos, las pensiones y los ahorros. La Seguridad Social es un beneficio con el que millones de trabajadores, tanto presentes como futuros, pueden contar, y es realmente la auténtica protección del trabajador, de ahí la importancia trascendental de afrontar su reforma con responsabilidad.
A fecha actual el Fondo Fiduciario de la Seguridad Social tiene capacidad suficiente para pagar el 100 por ciento de las pensiones comprometidas hasta el año 2042. Después de esa fecha, si no se introducen cambios, se podría todavía seguir pagando el 74% de las pensiones comprometidas hasta el año 2078. Pero es preciso hacer cambios ahora. Cambios que garanticen el sistema y la protección de los trabajadores y de los jubilados.

P: Además de sus actividades como inversor y asesor gubernamental en materia de inteligencia, también tiene tiempo para la escritura. Recientemente acaba de presentar su última novela Tierra de sueños. ¿Qué nos puede contar sobre la misma?

R: Así es, escribir es mi pasión y a ello dedico todo el tiempo que puedo. “Tierra de sueños” es una novela que combina épica deportiva y thriller de acción. Refleja los riesgos que estamos afrontando en los últimos años a nivel de terrorismo, pero también es una novela para profundizar en los valores auténticos del deporte y en valores como el esfuerzo personal, el compromiso, la amistad y la fe en los sueños. Algo que es más necesario que nunca en las sociedades actuales.
Es una novela para entretener, pero también para reflexionar, para compartir valores, pero nunca desde posiciones moralizantes sino de comprensión y conocimiento.

http://www.diariorrhh.com/11/2012/estados-unidos-puede-pagar-sus-pensiones-hasta-2042/




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