Trump tenía razón en todo
El tiempo ha dado la razón a Trump en todo lo que decía. Él mismo se encarga de recordarlo cada día, pero ni siquiera es necesario. Los hechos hablan por sí mismos. Con una capacidad de síntesis impresionante para resumir verdades como puños en pocas palabras, Trump despliega sus razones y argumentos con puntería letal de francotirador. Repasemos algunas de ellas que ya se han demostrado ciertas:
El virus de China (coronavirus) proviene de un laboratorio chino.
El ordenador portátil de Hunter Biden era real.
La historia de Rusia, Rusia, Rusia era falsa.
La Administración Trump produjo vacunas antes de finales de 2020, en un tiempo récord.
Los bloqueos estatales demócratas no funcionaron.
Deben abrirse escuelas.
La teoría crítica de la raza es un desastre para nuestras escuelas y nuestro país.
El programa de seguridad de la Administración Trump para la frontera sur tuvo un éxito sin precedentes.
La Administración Biden ha creado crisis donde no las había y está destruyendo el país.
Biden y Harris son un caballo de Troya para el socialismo y el comunismo.
A estas verdades evidentes, el presidente Trump prevé otra cuando ya ha pasado un año del fraude electoral demócrata: Joe Biden será considerado el peor presidente de la historia, una figura divisiva que amenaza nuestras libertades e impone la ideología socialista en nuestra economía. Biden podría llevarnos a un punto sin retorno.
Recuerden sus palabras porque ya se están haciendo realidad ante nuestros ojos. Si muchos creíamos que Carter fue el peor presidente de la historia moderna, esperen a que acabe Biden su mandato ilegítimo. Va camino de ser mucho peor.
Estados Unidos tiene un potencial de crecimiento y prosperidad tremendo, pero la Administración Biden lo está regalando y hundiendo en aras de otros intereses globales.
Esta deriva tiene un punto de no retorno en el que el país no podrá regresar ni recuperar sus raíces. Sólo hay un camino para evitarlo. Se llama Trump y movimiento MAGA. La clave serán las elecciones midterm en 2022 y las presidenciales en 2024. Las elecciones intermedias al Congreso será el dique necesario para frenar las políticas socialistas en Estados Unidos, y las presidenciales el momento decisivo para recuperar el país de la Camarilla que lo está destruyendo.
El pueblo estadounidense tiene la responsabilidad de evitar que alcancemos ese punto crítico sin vuelta atrás. Para ello, debemos impulsar las reformas que eviten otro fraude masivo como el sucedido en noviembre de 2020.
La gravedad de todo esto es de tal magnitud, aunque los medios progres no lo quieran reflejar ni hablar de ello, que hasta destacados demócratas empiezan a huir de los planteamientos del Partido Demócrata actual. Incluso Obama y algunos ex miembros de su Administración han manifestado su malestar por el curso de los acontecimientos, por la inflación desbocada y el despilfarro de billones de dólares en proyectos innecesarios.
Trump se dispone a lanzar una plataforma de redes sociales que competirá directamente con noticias reales con los medios progres cómplices de la Administración Biden que siguen cubriendo la misma de igual forma falsa que cubrieron su campaña y elección fraudulenta: con mentiras, manipulaciones, y sin ninguna equidad informativa. Esa nueva red social ya tiene descompuestos a los medios progres, que se ven venir otra Administración Trump y el fin de su monopolio informativo sustentado en Fake News.
Trump vuelve a tener razón cuando hace un llamamiento para que volvamos a tener fronteras seguras, para que volvamos a la libre empresa y para impulsar una prensa justa e igualitaria, que no es la que tenemos. Las grandes empresas tecnológicas, como Twitter, Facebook, Yotutube, Instagram, etc, formaron parte de la alianza con el Partido Demócrata para cometer y ocultar el fraude electoral. Fue una vergüenza para Estados Unidos y una mancha en nuestra democracia.
En última instancia, los demócratas no se oponen tanto a las políticas republicanas como a la voluntad de los estadounidenses. Porque ¿quién no querría una identificación del votante para tener unas elecciones transparentes y justas? Sólo los defraudadores y corruptos. ¿Quién no querría un ejército fuerte o una frontera segura? Sólo quienes quieren vender el país a intereses extranjeros. ¿Quién querría que millones de personas fluyan hacia nuestro país de forma ilegal? Sólo quienes quieren inundarlo de personas de otros países para destruir nuestras raíces culturales y religiosas y manipular elecciones con inmigrantes indocumentados. ¿Quién querría destruir nuestra independencia energética? Sólo quienes quieren hacer negocios con países y empresas extranjeras y poner nuestra seguridad energética en sus manos.
Razón a razón, Donald Trump está construyendo un nuevo camino a la Casa Blanca para sacar al ilegítimo Biden y recuperar la presidencia que ganó en justicia y que volverá a ganar. A Trump le gusta proclamar otra gran verdad: “Tenemos a la gente de nuestro lado”. Y es cierto. Una gran mayoría de ciudadanos apoyan a Trump, tal y como se refleja en las encuestas, en las calles, en los eventos que se celebran, como el reciente “History Tour” en Florida, y en todas partes.
Los votantes de MAGA, los de Trump, son mayoría en este país, y volverán a manifestar su poder e influencia muy pronto. Una de las señales más claras de ello es el creciente apoyo entre los hispanos. De acuerdo a una reciente encuesta del Wall Street Journal, si las elecciones fueran hoy, el 56% de los votantes hispanos votarían por Trump; un 44% votaría por un candidato republicano al Congreso; y un 61% desaprueba la gestión de Biden; cifras que siguen en aumento. Se han constatado avances masivos a los republicanos en Florida, Texas y Pennsylvania, entre otros estados. Continuar llegando a los votantes hispanos como lo está haciendo Trump, será fundamental para el éxito conservador en 2022 y 2024. Los valores conservadores son los valores que mejor representan a los hispanos.
El presidente Donald Trump es muy hábil con las palabras y ha sabido proyectar en estos meses sus pensamientos con comunicados de prensa actualizados, concisos, oportunos y, a veces, provocativos, que lo mantienen en la lucha política de forma activa. Comunicados que también le sirven para formalizar su apoyo a los candidatos republicanos al Congreso defensores del movimiento MAGA.
Bajo el epígrafe «Trump tenía razón en todo», que ya es un clásico de la política moderna, el presidente ofrece una amplia gama de actividades de divulgación: comunicados de prensa, intervenciones puntuales en directo ante foros limitados, mítines masivos, y entrevistas a medios de comunicación seleccionados por su independencia y objetividad, y a líderes destacados.
Es una estrategia que le está reportando éxito y cada vez más apoyos. Como ya sabemos todos, los medios de comunicación y sus socios demócratas pasaron años, y continúan, mintiendo sobre Trump al pueblo estadounidense y al mundo. Durante sus cuatro años en el cargo, Trump fue objeto de una cobertura de prensa falsa, fulminante e implacable que incluyó una investigación de años sobre acusaciones infundadas de colusión con Rusia. En cambio, durante la campaña presidencial de 2020, las noticias poco halagüeñas y reales sobre Biden, específicamente relacionadas con sus tratos comerciales con su hijo Hunter, fueron activamente reprimidas por periodistas y plataformas de redes sociales y falsamente etiquetadas por los ayudantes y partidarios de Biden como desinformación rusa. Pero la verdad triunfa y resulta que Trump tenía razón todo el tiempo. A pesar de ello, no ha recibido disculpas, ni retractaciones, nada de nada. La mejor reivindicación será la que le otorgue el pueblo estadounidense cuando lo reelija de nuevo.