Estado de Emergencia
La situación política se ha vuelto tan caótica debido al empecinamiento de los demócratas en no contribuir a la seguridad en la frontera sur, forzando un largo cierre parcial del gobierno, que el presidente Trump se plantea seriamente una de las herramientas más poderosas en el arsenal del poder ejecutivo: el estado de emergencia.
Esto permitiría al presidente canalizar fondos para construir el muro en la frontera y garantizar la seguridad de los estadounidenses al frenar la entrada de inmigrantes ilegales, drogas, traficantes de personas y de armas, maras y terroristas.
Trump es el presidente que mejor ha sabido leer lo que sucede en la frontera con México. Se trata de una cuestión de seguridad nacional, mucho más cercana y real que lo que pueda suceder en Siria o Iraq. Es una crisis fronteriza que se ha larvado durante años y que propicia una violencia de todo tipo. Ampliar el muro que ya existe y reforzarlo es el camino correcto para controlar la situación.
Que Trump declare el estado de emergencia es uno de los ases que se reserva el presidente para desbloquear este tema. Y ello va a depender de las negociaciones abiertas con los líderes del Congreso.
El presidente valora la decisión de declarar el estado de emergencia acompañado de más de un centenar de medidas de excepción dentro de los poderes presidenciales que le facultan para ello. Entre ellas invocar poderes especiales de emergencia recogidos en la Insurrection Act, de 1807, que permite desplegar tropas en territorio estadounidense, así como otros poderes contemplados en las directivas conocidas como Presidential Emergency Action Documents, originadas durante la presidencia de Ike Einsenhower.
El estado de emergencia que puede activar Trump si le da la real gana y lo ve conveniente, no requiere aprobación del Congreso ni ratificación judicial.
Una de las propuestas más rápidas para construir el muro en las zonas que es necesario de la frontera, consiste en apoyarse en el estado de emergencia y canalizar fondos y recursos del Pentágono para ello. Los poderes ejecutivos permiten al presidente ordenar al ejército que construya y financie infraestructuras críticas en casos de emergencia nacional. Y esta lo es sin ninguna duda.
Completar el muro en la frontera es otra de las promesas que Trump piensa cumplir de las cerca de 300 que ya lleva cumplidas. El pueblo estadounidense apoya al presidente de forma mayoritaria en este tema y puede ser una de claves de la reelección en 2020.
Trump, que es un presidente más listo que el hambre, se está armando con una sólida base legal para apoyar la construcción del muro en la frontera. Declarar el estado de emergencia, algo que queda completamente a su criterio y total discreción, es la última bala en la recámara si todo lo demás falla.